viernes, 29 de abril de 2022

FLETE COLORAO

 Allá por la Ruta siete

a la altura ciento ochenta,

allí descansa “El Pimienta”

respetao entre jinetes.

La verdá no era juguete

para cualquier nazarena

y al recordarlo con pena

se me cuajan las palabras.

Murió en la estancia “La Laura”

de Don Tomás Anchorena.

 

Ya muy pocos han quedao

como Anchorena y Romero…

elegían los potreros

pa’ los chuzos reservao,

y así fue que al colorao

lo jubilara Melón,

creo que fue en una ocasión

que yo estuve con Orlando,

allí murió retozando

como pidiendo garrón.

 

Su pelaje colorao

tirando a sangre de toro,

“El Pimienta” fue un tesoro

entre muchos reservao.

Murió siendo respetao,

muy legal era el sotreta,

poderoso en la jeta

se iba como balde al pozo.

Siempre fue más trabajoso

que recular en chancletas.

 

Lo miraban con respeto

tanto al caballo “El Pimienta”

o al “Bayo overo”, de menta,

y al “Torito” ‘e Finochetto.

Yo tengo ese conceto,

sé lo que’s un reservao.

El gauchaje lo ha admirao,

disculpe, amigo Melón

si le toqué el corazón

con su flete colorao.

 

Versos de Julio Secundino Cabezas

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