Mostrando entradas con la etiqueta Menvielle. Omar J.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Menvielle. Omar J.. Mostrar todas las entradas

lunes, 13 de enero de 2020

TRANQUIANDO SOBRE LA GÜEYA


Ha llovido el día entero
y la lluvia castigando,
jué poco a poco pasando
el poncho de aquel resero.
No le hace asco al aguacero
porqu’el pensamiento d’ella,
es pa’ su vida una estrella
que lo tiene encandilao
y que lo lleva almariao
tranquiando sobre la güeya.

Él lo que quiere es llegar
a destino con la hacienda,
porque de güelta a la prienda
la ha pensao apalabrar.
El hombre la va’encarar
como pavo rastrojero,
porque el gaucho verdadero
sabe con justa razón,
qu’en ganándole el tirón
no hay animal pezcuecero.

¡Ah, Liberata Rosales!,
Mi compañera en la tropa
ando por vos hecho sopa
y sos la causa’e mis males;
no me arisquiés los percales
qu’l día menos pensao
me van a encontrar finao
como pa’ lonjas el cuero,
abierto el degolladero
¡y por chimangos rodeao!

Versos de Omar J. Menvielle

sábado, 2 de diciembre de 2017

VECINDARIO

1
Venga amigo, atraquesé
que lo viá dir endilgando
y ansina, desembuchando
lo que d’este pago sé.
Aquel monte que se vé
de paráisos y uncalitos,
jué uno de los primeritos
que se alzaron en el pago,
áhi pobló el finao Sayago
casao con Ulalia Britos.
2
¡Ah, que Señora ladina!
mejorando lo priesente
y entreducida en la gente
como piojo de gallina.
Era güenaza la china,
pero entocando a las hijas,
se aprontaba las valijas
como queriendo marchar
y seguro qu’iba a echar
la cincha por las verijas.
3
Les cuidaba la pollera
pero al ñudo, Amalio Sosa
mensual de “La Barrancosa”
se alzó con la Baldomera.
Y áura la cosa está fiera
pa’l que se atraque a las casas,
ya se ha quemao en las brazas
y la empacha la cuajada,
la vieja está repunada
y no la engañan con masas.
4
Los muchachos son gauchones
pero el mayor que’s Hilario,
se les hizo un perdulario
sin motivo ni razones.
Y así son estos varones
si uno no los rigorea;
yo a los míos la manea
no se las he mezquinao,
porque al mancarrón maneao,
más fácil se lo campea.
5
Y orillando aquel uncal
como quien v’a lo’e Barbosa
está la tapera’e Sosa
que se ha hecho un vizcacheral.
¡Tá, que rodada fatal
pegué una noche emponchao…!
Se me dio güelta un rosao
marca’e los López Carmelo
y hecho un botón en el suelo
quedamos acoyaraos.
6
Yo confié mi suerte a Dios
porque de pilchas rechoncho,
al pialarme con el poncho
no le pude echar el dos;
como gorgojo en arroz
quedamos negriando el cuero;
yo sacudía el sombrero
y él con la jeta pelada,
miraba la tierra arada
al estilo chacarero.
7
Jue una rodada al sereno
como pa’ entrar en calor
y pa’ que juera más pior
me hizo pedazos el freno.
En cuanto compró terreno
yo lo hubiera degollao…
estaba tan enojao
que hasta el cuchillo tantié…
y por no quedar de a pié
se salvó de ser finao.
8
Olvidemos las amargas
y sigamos el relato,
porque entuavía hay pa’ rato
y las tristuras son largas.
Cuando el finao Justo Vargas
pelió con el pampa Rosa
ande áura están los Barbosa,
también supo haber boliche
y hasta el paisano “más piche”
peliaba por cualquier cosa.
9
Y jué pa’l mil ochocientos
que’n el boliche “La Luna”
el zurdo Ramón Laguna
mató a los pardos Barrientos.
Hoy solo quedan los cuentos
de tuito lo acontecido
y como medio me olvido
porque el asunto es muy largo,
para otra güelta me encargo
de contarle el sucedido.
10
Y volcando a la derecha
camino pa’ Chascomús,
entuavía está la cruz
que endica lugar y fecha.
No se precisa una mecha
que alumbre tanto dolor,
porque siempre alguna flor
Dios puso en el campo santo,
pa’ que no pierda su encanto
la condición del valor.
11
Ande hay yeguas, potros nacen
dice un refrán muy campero
y pa’ defender el cuero
güeno era que lo probasen.
A mí pa’ que me achurasen
se les iba a poner feo,
porque hoy mesmo si peleo
debe saber bien el otro,
que tengo garras de potro
y entuavía corcobeo.
12
Ah tiempos… dijo un moreno
que’ra postre la cuajada,
pa’ los de áhura ya no hay nada.
de aquello que jué tan güeno.
Pa’ ellos lo antiguo es veneno
y pa’ mí, una bendición
yo he criao hijos “en montón”
y todo el pago lo sabe,
con las posturas del ave
y la leche a discrición.
13
Y en aquel monte pelao
el más pelao de los trés,
supo anidar un francés
que vivía acoyarao.
Él le había regalao
a su prienda, un güen birloche
y ella sentada entre’l coche
era la raina “julana”
pero fiera la paisana
como susto a media noche.
14
Güeno Don… anoticiao
con todo lo que ha sabido
se ha de dar por bien servido
después de haberme escuchao.
Y si me he desparramao
como verdolaga en güerta,
sepa que dende hoy la puerta
de una amistá verdadera,
será pa’ usté una tranquera
que siempre la hallará abierta.

Versos de Omar J. Menvielle

viernes, 1 de diciembre de 2017

LA FORASTERA

Ha tráido de la ciudá
pa’ la estancia, la patrona,
una mucama, Ramona,
que’s una temeridá.
Y anda la pionada acá
alborotada y mañera,
ispiando siempre de ajuera
pa’ donde andan las mujeres,
apotraos pa’ los quihaceres
por causa de la estranjera.

Los más viejos son los piores
y corsarios como perros;
están cerquita’el entierro
y pensando en los amores.,
Áhi anda un viejo dolores
que con mentiras y engaños,
cuentos, bolazos tamaños,
medio la sabe cortar,
queriéndola repuntar…
¡y tiene como cien años!

La estranjera desconféa
y los oserva callada,
anque Cruz Galván, d’entrada
ya le puso la manéa.
Con ese no corcovéa
porque con él no es capaz;
en cambio con los demás
es como vaca parida,
se alza como leche hervida
y se les güelve p’atrás.

En la cocina’e los piones
dicen que’s linda la prienda
y qu'esa clase de hacienda
trái grasa hasta los garrones.
Que son güenos los jamones
dice otro de los que están
y cuando dentra Galván
se oye entre risas y bromas,
¡si te escaparás paloma
entre tanto gavilán!


Versos Omar J. Menvielle

sábado, 31 de mayo de 2014

SARNA CON GUSTO

Con la madrina de tiro
y un chúcaro acollarao,
dentré orillando el Salao
pa’ cruzarlo de un suspiro.
Como que soy hombre que almiro
la condición del bagual,
dejé suelto al animal
que junto con la tropilla,
jué ganando la otra orilla
pa’ salir entre un uncal.

Largué al suelo la osamenta
ni bien gané la salida
y una garugua tupida
l’entró a pegar por su cuenta,
se despachó la tormenta
y blanquiaba el campo entero
mientras uno que otro tero
me toriaba la tropilla,
que’ntre unos cardos castillas
daba el anca al aguacero.

Yo en ocasiones pitaba
o chiflaba algún estilo
y después de un rejucilo
se me hacía que paraba.
Pero… otra güelta tronaba
y le seguía pegando,
siempre en mi china pensando
un redepente alcé el güelo,
eché una mirada al cielo
monté y seguí galopiando.

Me tiene agarrao del pico
esa china abusadora,
que’s pa’l amor matadora
como montura’e milico;
m’echó mordaza al hocico
la loca pa’ sujetarme
y ahura no puedo apotrarme
ni pegar la güelta ajuera
y voy por ella ande quiera
sin que me importe mojarme.


Versos de Omar J. Menvielle

domingo, 30 de septiembre de 2012

EL LUNAR DE LA TROPILLA

Pico blanco, gargantilla
y zarco del lao del lazo,
supe tener un picazo
de lunar en mi tropilla.
Era de laya sencilla
y sin yel pa’ galopiar;
yo lo he sabido probar
en destintas ocasiones,
cuando esegían los patrones
saberse desempeñar.

Dib’abarajando el freno
haciendo lucir las priendas
y jugando con las riendas
era tranquilo y sereno;
bagualito más que güeno
nunca lo podré olvidar,
por eso han de dispensar
o criticarme si acaso
que cantándole al picazo
no los deje resollar.

Picazo, mi pensamiento
quiero sincero atracarte
y dentrar a alabanciarte
como es tu merecimiento;
no es charla ‘e cocina o cuento
ponderiar tus condiciones,
son verdades de a montones
las que dejaste a tu paso,
porque vos juiste picazo
motivo ‘e conviersaciones.

Cuando dentraba a un poblao
y pisaba las orillas,
se hacía un arco y de costillas
se pasiaba atravesao;
a veces de lao a lao
de la calle sabía dir,
pa’ mi era el de conseguir
y por causa ‘e las mujeres,
lo enyené de amaneceres
y de noches sin dormir.

A una yerra de convite
ande cayí de goloso,
hice yunta con un mozo
al que no le di desquite;
como verso de confite
quedó el paisano arroyao
se le acabó un colorao
más ligero que un balazo
y yo seguí en el picazo
como si hubiera empezao.

Por eso que en este día
en que lo estoy recordando,
con gusto le voy cantando
la mejor milonga mía
y es muy grande mi alegría
cuando le canto al picazo,
porque en verdá jue un pingazo
el lunar de mi tropilla,
pico blanco, gargantilla
y zarco del lao del lazo.

Versos de Omar J. Menvielle

viernes, 25 de mayo de 2012

RETRATO DE UN MENSUAL


Con güena desposición
el mensual se h’acomodáo
pa’ salir bien retratáo
como si juera el patrón.
H’aprovecháo la ocasión
porque’s una cosa extraña,
de que ande por la campaña
un hombre que’s retratista,
sacando a primera vista
con una caja tamaña.
  
Ansina el hombre ha salido
con vistuario aparente,
arrancando en redepente
con todo lo que ha tenido
y como es medio alvertido,
nombradazo entre el gauchaje,
pa’ que oserve el paisanaje
y lo almiren con asombro,
se ha echao el ponchito al hombro
como quien se va de viaje.

Versos de Omar J. Menvielle

jueves, 8 de diciembre de 2011

CARTA

He léido de punta a punta
su carta ande nos porfea
y medio nos rigorea
pa’ que arranquemos en yunta.
Usté es hombre que repunta
y lo envidea la suerte,
ansí olvida que la muerte
al Dotor cuasi lo ha arriao
y como hunquillo ‘e bañao
lo ha zamarriao fiero y juerte.

De güena gana paisano
en su palenque ataría
y allí desensillaría
como en casa de un hermano.
Yo sé muy bien que su mano
de criollazo sin reveses,
no almite los intereses
y es una amistá la suya,
apretadita y sin buya
como alpargata en los pieses.

Este amigo no le falla
y ah’malaya… juera cuando!
Si ya me estoy revolcando
como chimango en la playa.
Y anque Don, hasta la raya
no me han mezquinao la lonja,
sepa que soy como esponja
ardo lindo y doy abrigo
y al defeto de un amigo
siempre le hallo una lisonja.

Le viá pedir Don González,
hombre capaz de un aguante,
que no m’eché por delante
como hace con sus baguales.
Los hombres no son iguales
ni cualesquier los arrea
y si un cuzco los torea
porfiando en la garroniada,
es capaz que de una nada
se dé güelta la batea.

Su invitación tengo en cuanta
y me le viá descolgar,
pa’nsí poder retozar
con gaucho de tanta menta.
De familia tan atenta
y con la cría pichona,
tan franco pa’ su persona
y con tanto cumplimiento,
pa’ mejor no hay un momento
que no lo atienda su piona!

Lotecito tan parejo
ni en una feria se ve,
dichoso amigazo usté
que se oserva en ese espejo.
No vay’a creer que me quejo
ni soy un arrepentido
Y si mi destino ha sido
ser yo, con mis otros dos,
siempre le agradezco a Dios
que ansina me haya servido.

Ahura me han anoticiao
que anda mansito y no escarba
y que se ha dejao la barba
como antes en el pasao.
Que al tabaco se ha entregao
y anda alegre, a las risadas,
que de lejos las humadas
se ven sin mayor ejuerzo
y juma como el escuerzo
apurando las pitadas.

Sin más reciba cuñao
un saludo a lo campero,
que con afeto sincero
le manda su arrocinao,
aura como ando ocupao
será difícil toparlo,
pero carculo abrazarlo
cuasi sin duda ninguna,
pa’l otro cambio ‘e la luna
en que diré a visitarlo.

Versos de Omar J. Menvielle

COMO INDIO PA' LA BOLA

“-Se las mandé y se las puse”
dijo Marciano Laprida
y el avestruz en la juida
se dio güelta sobre el tuse;
boliando el hombre se luce
como estrella en noche oscura
y si un tiro ‘e bola apura
pa’ darle gusto al colmillo,
vaya sacando el cuchillo
porqu’es picana segura.

“-¡A medias si lo bolea!
¿Qué le parece aparcero?”
“-Que las medias, compañero
no andan en pata tan fea…”
“-Güeno, entonces si aprecea
una amistá verdadera,
viá pedir pa’ una pollera
que le v’hacer el bordao,
un cogote bien sacao
p’hacerme una tabaquera”.

Versos de Omar J. Menvielle

martes, 6 de diciembre de 2011

PA'L LOBUNO TORCAZ

Gaucho el lobuno torcaz
amagando a ser bragao,
gragantilla, bien calzao
y pico blanco además.
Animalito capaz
de enderiezar ande quiera
y al jugar con la testera
como queriéndola ispiar
es caballo ‘e galopiar
todita la vida entera.

Es aparente el apero
y su priesencia sencilla
va cantando que’l que’ensilla
es un paisano surero;
matras, caronas y cuero,
han zarandeao los baguales
y conocen los percales
porque al patrón d’endeveras,
le gustan más las polleras
que al zorro los pajonales.

Se h’amacao juerte el bragao
porque ha sido fastidioso
y anque medio cosquilloso
ya está bastante entregao.
El hombre que lo ha lidiao
no le pierde ni los trancos,
porque sabe que no hay mancos
ni son como vela ‘e sebo,
esos de la marca “El Güevo”
del finao Don Manuel Campos.

Versos de Omar J. Menvielle

jueves, 13 de octubre de 2011

PLATICANDO

Tengo unos animalitos
que yo mesmo los lidéo
y que a juerza de porféo
hoy están entabladitos.
Los tengo acomodaditos
como pa’ dir ande quiera…
porqu’es fiera la carrera
pa’l que debe reseriar,
tenerse que priesentar
como un arrastrao cualquiera.

V’esa yegüita tubiana
marca de una “ese” p’ajuera?
Se la comprié a Zenón Vera
cuando le vendí la lana.
Me ofiertó tres; una ruana
y dos tubianas iguales;
cada una diez nacionales
y la cosa era a elición,
nos ráibamos con Zenón
pu’el negocio ‘e los baguales.

Retozábamos los viejos
en conversación sencilla,
devisando la tropilla
no se juera a dir muy lejos.
La d’él era de azulejos
parejones muy iguales,
relinchaban los baguales
al sonar de los cencerros
y yo apretando los fierros
chiflaba mis animales.

Yo ya estoy acobardao
de tanto andar en la güeya
y qué hacer si esa es la estrella
que Dios nos ha reservao.
¡Y hay que ser juerte cuñao
pa’ cuando llame el destino,
qu’es honra pa’un argentino
que le hizo frente al coraje,
¡¡¡Dir de resero en el viaje
ande’s más largo el camino!!!

Versos de Omar J. Menvielle

sábado, 30 de julio de 2011

LOS MEDINA

Crisantos S. Medina
es tuito mi apelativo
y me crié solo, al descuido
como guacho en la cocina.
Me acuerdo que mi madrina
era una tal Ladislada
Q.E.P.D…. finada
y comadre de mi máma:
entre’l bául, bajo’e la cama
tengo a las dos retratadas.

Los Medina, compañero,
hemos sido siempre muchos
y he óido que de Ayacucho
dimanaron los primeros.
Mis abuelos de puesteros
supieron tener sus mentas
y si no echo mal las cuentas
siempre alegaba mi máma,
que’l prencipio d’esa rama
era una mesma osamenta.

Veneranda Altamirano
se llamaba mi patrona
y se cortó ya viejona
porque se pasmó de un grano.
Pa’ ese mesmo año el gusano
m’hizo raliar la tropilla,
y un picazo gargantilla
medio loco y mañerazo,
al volcar un tiro ‘e lazo
me resintió de la esliya.

Mi padre jué hombre muy reto,
de poca risa y calláo
y ande quiera ponderiao
con estima y con respeto.
Por eso que si me meto
a pintarlo bien al hombre,
vea cuñao, no se asombre
que dentre a querer llorar,
porque me sabe pasar
¡cada que me acuerdo el nombre!

Mi hermano mayor, Cerilo,
se jué pa’l láo de Dolores
con unos esquiladores
más priendido que pabilo.
Tuvo la vida en un hilo
en destintas ocasiones;
unas veces… con razones
y otras… pa’ quitarse el gusto
de ver envainar de susto
a muchos gauchos bravones.

Belisario es domador,
alvertido en su trabajo
y p’amansar bien de abajo
ponderiao como el mejor.
Es jinete de valor
de pacencia y delicao,
hombre que ni un sancochao
le va dejar a un patrón,
porque entrega un redomón
como pa’ juir enancao.

Dispués los otros hermanos
Zoilo, Ulogio y Azuceno,
jueron reseros muy güenos
cumplidores y baquianos.
El más pior, salió Mariano
que se dio a la mala vida,
a causa de una perdida
que lo había engualichao
y en los boliches mamao
lo dijuntió la bebida.

Las hermanas se casaron
con Cuevas, Tapia y Tolosa,
de Contreras y de Sosa
las menores enviudaron;
unos hijos les quedaron
a las pobres para criar
y ellas, pa’ poder ganar
y vivir honradamente,
le pedían a la gente
ropa sucia pa’ lavar…

Eleuterio N. Medina,
que hoy ha perdido la vista,
jué un ponderiao galerista
que salía de “La Quínua”
era asquerosa esa esquina
por la que gente que atracaba,
que a cada una que se armaba
siempre alguno era finao,
que lo habían despachao
por las carreras o taba.

Estamos emparientaos
con Serapio Argañaraz,
entenao de un capataz
que se augó allá en el Salao.
Y justamente, el gatiao
que ensilló el hombre ese día,
lo muentan las hijas mías
y sabe ser el nochero,
está los güesos y el cuero
pero sirve todavía…

Aura tienen bien pintao
quienes somos los Medina,
gauchos parejos ansina
(perdonen si he ponderiao).
Gente criolla, que ha llegao
a pagos de toda laya,
amistá que nunca falla,
mano gaucha sin traición,
entraña de un corazón,
de otros tiempos… ¡Ah malaya!

Versos de Omar J. Menvielle

domingo, 24 de abril de 2011

MALAS NOTICIAS

1
Tomo la pluma en la mano
y arrancando en redepente,
espero que la priesente
te halle con salú, che hermano.
Anque no soy muy baquiano
pa’ la escritura corrida,
te hago saber que la vida
de mama se v’acabando
y que te está reclamando
pa’ que vengás enseguida.
2
Ansina con la galera
te mando esta triste carta
¡¡y que te aguante la cuarta
pa’ una noticia tan fiera!!
Vení, hermano, que te espera
pidiéndole a Tata Dios,
qu’en cuantito llegués vos
le endurezca la quijada
y entonces l’haga finada
en los brazos de los dos.
3
La cosa jué que antiyer
la médica que la vido,
dijo que ya ni el sentido
le quedaba pa’ su ver,
que la mama iba a tener
una muerte verdadera.
Que mejor que le pidiera
a Dios que se la llevara,
pa’ que antes que se cortara
la pobre no padeciera.
4
Recebí con la priesente
un juerte abrazo y mi afeto
y pa’ cortar más direto
agarrá la call’el puente;
pedí al puestero d’enfrente
que te permita pasada
y si te hace la gauchada
que pa’ él no es ninguna hazaña,
dentrá a bajarle la caña
y acortás la galopiada.
5
Venite hermano enseguida
que yo ando medio bichoco
y sólo apurando un poco
puede que la hallés con vida.
Dispensá la despedida
tan de golpe y apurada,
pero está tan atrasada
la pobrecita de mama,
que yo del lao de su cama
no quiero dirme pa’ nada.
6
Doce leguas galopió
hasta una estancia vecina,
ande manió la madrina
cambió caballo y siguió.
Ahí nomás cuando arrancó
lo cruzó por la paleta,
al bagual, que de trompeta
lo que lo movió de apuro,
salió con el lomo duro
con ganas de hinchar la jeta.
7
Y... cerrada la oración
se oyó el torido de un perro
y el tayido de un cencerro
puso el óido en atención.
Cada vez más el trotón
de una tropilla se oía.
La perrada de alegría
se cruzaba alborotada,
anunciando la llegada
del hijo qu’ella pedía.
8
Dende un bayito amarillo
se desmontó en el palenque
y la manija ‘el rebenque
colgó en el cabo ‘el cuchillo.
Como cuando era potrillo
ansias de verla refleja,
pero... su hermano lo aleja...
Y en un abrazo que arde,
le dice... ¡¡llegaste tarde,
ricién se nos jué la vieja!!

Versos de Omar Javier Menvielle