miércoles, 30 de julio de 2014

MI PINGO PICAZO OVERO

No me pida que le venda
patrón, mi “Picazo Overo”,
que’s una prienda que quiero
y por favor, no se ofenda;
solo quiero que comprenda
que nunca lo viá a vender.
Los dos juntos, a mi ver,
si es que me ayuda la suerte,
los potreros de la muerte
saldremos a recorrer.

Patrón, yo sé que’l “Picazo”
en el pago es muy mentao,
será porque’stá cuidao
pero eso no viene al caso;
él es mi mano, mi brazo,
una parte de mi ser,
no se vaya a sorprender
si le confieso con calma,
que por él, le vendo mi alma
hasta al propio “lucifer”.

En ningún trance se queda
y es livianito de abajo,
guapo pa’ cualquier trabajo
y en la boca es una seda.
¡Ni boliao!, pienso que rueda
porque’s muy despabilao,
de galope acompasao,
ligero como una flecha,
es un viento abriendo brecha
y salta los alambrao.

La otra güelta jui a buscar
un toro medio bravón
en el “Picazo”, patrón
cerca lo pude alcanzar,
no fue más que reboliar,
le entró en la guampa la armada,
pegó el toro una sentada
que casi revienta el lazo,
pero… se afirmó el "Picazo"
y al final no pasó nada.

Por eso, patrón le pido
que no se vaya a ofender,
si no le puedo vender
a este pingo tan querido;
solo una cosa le digo
y es que si me yego a ir,
procurelé un güen morir
suelto por algún potrero,
¡cuidemé el “Picazo Overo”
que yo lo viá a bendecir!


Versos de Alberto Danza

martes, 29 de julio de 2014

MI RECAO

Es de soga mi recao,
poco tiene pa’ lucir,
pero mucho que decir
las pilchas por separao.
Campero y bien trabajao
en güen cuero es el bozal
y hacen juego por igual
las riendas y cabezadas,
freno de simple barbada,
coscoja tradicional.

Una bajera de lona,
bastante grueso el mandil
que’s de lana mil por mil
y de suela la carona.
Una matrita cortona,
bastos de suela, sureros,
correones de grueso cuero
y bien ancha la encimera,
con su gauchita’sidera
trabajada con esmero.

Muy juertes las estriberas,
estribos del sur, de suela,
bien clavadas las tachuelas
semejando una madera.
La cincha, a mi manera
con letras por iniciales
de los dos lao ¡bien iguales!
y manea desprendedora,
de grupa las boliadoras
de dos bolas desiguales.

De seis el lazo trenzao
-medio cortón y senciyo-,
algo negro el cojiniyo
y por debajo aforrao.
Va totalmente tapao
con sobrepuesto’e carpincho,
con el pegual que lo cincho
y ya una vez enfrenao,
agradece emocionao
mi ensiyao, con un relincho.

De mi facón va colgao
un rebenque cola’e vaca,
de la vaina se destaca
un hermoso ribeteao,
sostenido y apretao
por campero tirador;
y un poncho reparador
que ya tiene sus galopes,
son pilchas de Agustín López,
lo que ordene, servidor!


Versos de Agustín A. López 

sábado, 26 de julio de 2014

POSTAL DE MEDIODÍA

Se ve volver al puestero,
es su montao quien relincha,
viene con algo a la cincha
que pareciera es un cuero,
lo arrima hasta el colgadero,
lo extiende bien desde abajo
y terminando el trabajo
saca la armada que aprieta
dos cuartos y una paleta
que pa’ los perros les trajo.

Con el caballo de tiro
silba y camina despacio,
y la sombra del  “acacio”
a su agobio da un respiro,
suelta el matungo un suspiro
cuando le baja el recao,
le da un baño y queda atao
a la sombra, pues conoce
que’l sol fuerte de las doce
quema el pelo, si ha sudao.

Da vuelta la sudadera,
cincha y cinchón tira encima,
y ya pa’l rancho se arrima
donde anda su compañera,
una mosca en la fiambrera
la está haciendo renegar,
pero lo ha visto llegar
y atareada sin embargo
le ha ensillao el mate amargo
mientras se va a refrescar.

El tirador y el sombrero
cuelga después que se lava,
y con el mate y la pava
se sienta bajo el alero;
del trabajo mañanero
conversa con su señora
que apurada por la hora
va y viene avivando el fuego,
y un costillar de borrego
dentro del horno se dora.      

Se va el calor acentuando,
el viento se hace mezquino
y la rueda del molino
se mueve remoloneando;
anda un moscardón zumbando
en la cumbrera del rancho,
pica la grasa del gancho
una calandria atrevida,
y al pozo de la bebida
se va revolcar un chancho.

Sigue el sol con su rutina,
reina el silencio de a ratos,
y trajina con los platos
la patrona en la cocina;
un colibrí en la glicina
hace un alto y sigue viaje,
aletargando el paraje
calla hasta el monte su orquesta…
y los duendes de la siesta
se hacen dueños del paisaje.
                                            (27/08/09)
Versos de  Pablo L. Gallastegui 

viernes, 18 de julio de 2014

EN LO DE ALMADA

Atráquese compañero,
pele el fierro y pegue un tajo,
si anda con vueltas, barajo
va hayar las garras y el cuero;
chicuelón era el cordero,
no esperaba tanta gente
y pa’ mejor, dirrepente,
me han caído unos reseros
del lau de los mataderos
que aquí los tiene presente.
  
Ya le avisé a la Ciriaca
que haga unos güevos freyidos
ansina como al descuido
que llene el buche’l que atraca;
una quijada de vaca
ya la tengo sancochada,
que en casa de Justo Almada
ninguno salió con hambre,
y ya les traigo un matambre
de la última carniada.

Vos Demesio, anda a buscar
al pozo una damajuana
que dende hora temprana
he puesto pa’ refrescar;
acarriá pa’ este lugar
algunos jarros de lata,
queso y dulce de batata
y unos chorizos en fiambre,
que’sta gente está con hambre
y no es cuestión de bravata.

Será muy pobre la casa,
pobre’l rancho de terrón,
pero grande’l corazón
pa’l que llega o pa’l que pasa;
no cualquier caldito es grasa,
y pa’ seguir con la farra
alcanzame la guitarra,
por milonga cantar quiero,
soy argentino y surero,
mi alma a lo gaucho se agarra.


Versos de Francisco “Pancho” Gandola

sábado, 5 de julio de 2014

¡ ADIOSITO !

1
¡Que la tiró a la creciente!
¡De ande yesca ni tabaco!
Tuito se jue con el saco
que me yevó la corriente.
Me dormí, y un redepente
cuasi me tapó la olada;
enderecé a la ramada
y cuando alcancé a montarlo,
ya a mi “overito” po’el marlo
le daba la marejada.
2
Al perder pie perdió el tino,
pero lo tantié en el freno,
y áhi, no más, nadó sereno
como “tordiyo sabino”,
yo no sé ni po’ande vino;
pero le juro, aparcero,
que no le falta a mi “overo”
más que hablar como la gente,
pa’ ser tan inteligente
como cualisquier pueblero.
3
¡Viera que noche! Yovía
como no he visto yover,
y, pa’ mejor, sin saber
ni pa’ que lao rumbiaría,
tuita agua lo que se vía
cuando el rayo viboreaba…
pero, amigo, cuando acaba
del cristiano la alvertencia,
al pingo áun le sobra cencia
pa’ no echar… lo que la taba.
4
Naides por eso se ofenda,
porque yo les asiguro
que me áhugo en aquel apuro
si no le largo la rienda;
pa’ mi en el agua no hay senda,
pero la hubo pa’ mi “overo”,
que aquí quiero, aquí no quiero,
po’el olor de la gramiya
coligió ande era la oriya
y me puso a salvo el cuero.
5
Y ¿pa’ qué? Digo -yo ahora-
¿Pa’ vivir siempre penando?
Fijesé ande anda boyando
de mi rancho la totora;
la correntada traidora
le yevó sin compasión
las paredes de terrón
que eran pa’ mi como un nido
por la esperanza tejido
con plumones de ilusión.
6
¡Ojalá que en mi tapera,
solitaria en la yanura,
hubiera hayao sepoltura
antes que en ruinas la viera;
ayí moriría siquiera
a mi guitarra abrazao,
y sobre el duro recao
descansando la cabeza,
por fin mi eterna tristeza
conmigo se hubiera ahugao!
7
Pero no, que mí dolor,
amigo que no me olvida,
es como herencia querida
de mi infortunao amor.
Ahura viviré mejor;
Porque, ¿pa’ que quiere nido
el pájaro que ya vido
que cuando se anda en la mala,
al ñudo es tender el ala
y asujetar el volido?
8
A la miér… coles, me voy
y que me ayude Mandinga
a ladiarle a la jeringa
lo que le he mezquinao hoy…
dende áhura a mis pagos doy
dolorosa despedida.
Y pa’ sacarle a mi vida
una nadita ‘e su peso,
le dejo el alma y un beso
a mi guitarra querida

Versos de José Alonso y Trelles - “El Viejo Pancho”
                      -uruguayo-

viernes, 4 de julio de 2014

TONADA CRIOLLA

Hace diez años que Pancho
está casado con Pancha,
y cerca de la Loma Ancha
los dos viven en un rancho;
tienen seis hijos, un chancho,
un lorito, un micifuz,
un bagual, un avestruz
y un gallo medio bichoco…
y por si eso fuera poco
Pancha está por dar a luz.

Don Pancho, que’s un buen padre,
se va a trabajar temprano
y al salir, dijo a Mariano
que cuidara de su madre:
-Pa’ cualquier cosa que cuadre,
montá en el pingo y salí;
dejá todo listo aquí,
te tráis a la curandera
y hacete un galope ajuera
que habés de avisarme a mi…

Tres horas habían pasao
apenas de aquel encargo,
cuando el chico al trote largo
salía como cortao;
allá, lejos del poblao
a su padre divisó
y al verlo el grito pegó:
-Tata, largue la manguera
que dice la curandera
que’l primero se asomó…

-Está bien -dijo don Pancho-,
andate que aura voy yo…
Y el chiquilín castigó
y se fue derecho al rancho;
al viejo lo vido Juancho
y entraron a conversar
cuando que vieron llegar
al chico, que dijo al padre:
-¡Tata, dice la comadre
que’l segundo v’asomar!...

-Como que los manda Diós,
no los voy a rechazar…
Decí que lo hagan pasar,
que’s lo mesmo uno que dos…
Entretanto, andate vos,
y te quedás por allí;
que’stoy ocupao, decí,
y si pasa algún conflito
te pegás un galopito
y te llegás por aquí…

Salió el chico al trote inglés
y Pancho quedó charlando;
pero al rato galopiando
lo vieron cáir otra vez…
-¡Tata -le dijo- van tres
y el cuarto se v’asomar!...
y ya empezaba a trotar
cuando lejos gritó el padre:
-¡Che: preguntale a tu madre
si un colegio v’a fundar!...


 (anterior al año 1922)
 Versos de Ivo Pelay