viernes, 25 de mayo de 2012

¿SERÁ ÉL?


En los palos que resguardan
el viejo pozo aguatero,
con su percal dominguero
la moza, sentada, aguarda.
Se ve, en lo inquieta, que tarda
quien su cariño presiente;
porque, llevando a la frente
una mano, explora alerta,
la vieja huella desierta
donde no asoma el ausente.

Y mientras, cada mirada,
tras de un suspiro va huyendo,
un clavel se va durmiendo
sobre su cálida  almohada.
Ya al sol, la agreste lomada,
lo oculta, y ella, abatida,
mira la flor prometida
mientras sus manos, nerviosas,
torturan los moños rosas
de sus trenzas renegridas.

Pero, de pronto, calmando
sus inquietudes, divisa,
a un jinete que de prisa
viene el camino acortando.
Entonces, como soñando,
besa con ansia el clavel,
y, aunque ya, el instinto fiel
le confirma su ventura;
suspirando con ternura
se pregunta: ¿será él?

Y lo demás, ¿para qué
decirlo, si ya es sabido?
El reproche, no ha existido,
y la tristeza, se fue.
Solo al mirarlo, ya ve
que no es posible el enojo;
¡hay tanto amor en sus ojos!
que solo pierde terreno,
mientras temblando en su seno
revive el clavel, más rojo.

Versos de Pedro Boloqui

No hay comentarios:

Publicar un comentario