sábado, 30 de marzo de 2013

PIONANDO

1
Más de una ocasión quedamos
con mi amigo Iyazuiré
sin plata y con poca fe
y a pionar “nos rebajamos”;
una vez nos conchabamos
por día, y pa’ remediar,
y unos pesitos juntar
en cerrada economía
sin dir a la pulpería
pa’ no beber ni jugar.
2
Allí, como en toda estancia,
a lo chajá madrugaban
y, ocasiones, nos mandaban
por días y a gran distancia;
campos había en abundancia,
leguas de un puesto hasta el otro,
mucha vaca, mucho potro,
mucha y muy güena invernada,
mucha sarna en la majada
pa’entretenernos nosotros.
3
Se amolda el pobre paisano
a la más dura tarea,
curvo sobre la batea
en tiempos de cura a mano;
en cuanto acaba el verano
ya comienza la “chorrera”
y, aunque gran sarna no hubiera,
siempre hay oveja “picada”…
Pasar l’última majada
y empezar por la primera…
4
En cuanto la mosca empieza
s’extienden las gusaneras;
si se curan diez bicheras,
cien se llenan de queresas.
Hay zonas que se tropieza
con mayor dificultá.
Es una barbaridá
lo que’n esto se trabaja;
apenas uno se baja
come, ensilla y ya se va.
5
Mil veces, de noche oscura
vuelve el pión, muerto’e cansáo,
con algún cuero terciáo
sobre su cabalgadura;
por estaquiarlo se apura,
pues tiene que madrugar,
y sin lavarse y matiar,
si pa’ese trajín no hay pión
pica leña pa’l fogón
y hace a veces de cenar.
6
No hay tregua pa’l pobre pión
con sol, con viento o garuga
se acuesta tarde y madruga
siempre con igual tesón;
si se güelve remolón
pronto güela del conchabo.
Ha de ser vago o esclavo,
su destino está marcáo:
pa’l pértigo o pa’l aráo
pero siempre clavo y clavo.
7
Menos mal que nos dejaban,
en algunas ocasiones,
tropiar en los redomones
en cuanto corriente estaban.
Ya pocos acostumbraban
sacar al camino rial,
ande s’entrega el bagual
como si escuchara a Dios,
y uno queda de “che y vos”
con el más perro animal.
8
Volver a la pulpería,
marchar atrás de una ganáo,
cruzar pagos enrabáos…
mentira nos parecía.
En nosotros s’encendía
liberto instinto salvaje
y, borrachos de paisaje,
en la campiña tendida
nos acercaba la vida
mujeres y beberaje.
9
Mas yo recordaba al pión
en su eterno trajinar,
con sueño, de madrugar,
y sin fe en el corazón.
También al criollo patrón
que’s a veces envidiáo,
sin pensar que ha trabajao
a lo negro y ’ende chico.
Si el trabajo lo hizo rico,
Dios lo ayude… si jué honráo!
10
La estancia es vida oriental,
aunque’l que’n ella pionó
de niño se’sclavizó
de una manera brutal.
La quiero porque al bagual
libre, matrero y fogoso,
dominé, en el anchuroso
escenario de su ayer.
…aunque alguna suele haber
con origen vergonzoso.

Versos de Wenceslao Varela
                     (uruguayo)

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