viernes, 15 de noviembre de 2024

LOS HERMANOS BALTAZAR

 “Los Hermanos Baltazar”

se criaron por “El Remanso”

y al gustarles el descanso

no quisieron trabajar,

pero se iban a ingeniar

pa’ poder sobrevivir,

cuando dejó de existir

su padre por borrachera

y su madre, curandera,

también se vino a morir.

 

El mayor era Severo,

muy cazador de perdices,

y como el nombre lo dice

serión, y mal compañero,

dañino, muy buen nutriero

y por demás atrevido;

para otro pago se ha ido

al descubrirse su maña:

que trampiaba en la espadaña

estando el lugar prohibido.

 

La que sigue es Robustiana,

mujer de “Chiquito” Aldao,

y no sé porque entripao

lo augó, en la palangana;

era melliza con Juana

que soltera se mostraba,

a las yerras se llegaba

para pialar puerta afuera;

y le ganaba a cualquiera

pisando ella la taba.

 

Cuarto venía Sabino,

muy hábil para carnear

y en eso de bolichiar

de tiro largo pa’l vino;

por haragán y ladino

una vez en lo’e Rosales,

se puso a robar bozales

de los caballos atau

pero cuando fue alertau

huyó por los pastizales.

 

Buena monta en las cuadrera’

era “El Petizo” Sotero

pero también muy tonguero

corriera pa’ quien corriera;

una vez en la bandera

se quedó chanta, parau,

estaba de más jugau

el caballo que él corría

y gracia’a la policía

no fue esa tarde finau.

 

Donde había mucha oveja

Clementino se llegaba

y un cacho de púa ataba

en una tacuara vieja;

en el puesto de Juan Ceja

una noche lo encontraron.

Dos corderos desataron

que ya los tenía maniau,

pero él, ha disparau…

ni con perros lo alcanzaron!

 

Otro era, Isabelo,

muy seguro pa’ boliar

y al no tener pa’ ensillar

montaba un picazo en pelo;

fue muy grande el revuelo

en la Estancia del “Dorao”,

traía un ñandú cortao

que iba abriendo los alones

y al ver una carga’e piones

saltó el pingo el alambrado.

 

No era pa’ darle ventaja

a la “Negra” Saturnina,

charlatana y muy cretina

pa’ jugar a la baraja,

usaba cuchillo y faja

y la fueron a acusar

que se estaba por cartiar

jugando por mucha plata

y en un patio quedó en pata

desafiando pa’ peliar.

 

Francisco, muy mal llevau

junao como “El Tuerto Pancho”,

para el ciervo y para el chancho

era un perro encarnizau;

una vez en un bañau

quisieron arrinconarlo,

dos hombres, sin respetarlo

lo trataron de cuatrero

y pelando el caronero

tuvo a los dos que matarlos.

 

El último, Sinforoso,

siempre se hacía el dormido

pero despierto había sido

y en la pasa, habilidoso;

en un juego ostentoso

buscaba al más quedau

y en el momento indicau

los dos ‘chivos’ le alcanzaba…

el quedau, manos echaba

y él, a buena había jugau.

 

Historia de cada humano

con una vida jugada,

estando la suerte echada

apuesta cualquier paisano;

ni por malo, ni por sano

se puede aquí sentenciar,

no les gustó trabajar

y fue a voluntá su empeño,

como diez almas sin dueño:

“Los Hermanos Baltazar”.

 

Versos de Carlos Daniel Líneas

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