viernes, 6 de junio de 2014

MENSUAL DE A PIE

Bordeando el San Borambón
por la costa del Salao,
fui mensual de a pié, cuñao,
baquiano pa’unir vellón.
Enlienzaba en el galpón
que había pa’ trabajar,
cerdas, cueros que apilar,
separar los de epidemias,
que bien se aprende si enseña
el que ponen a mandar.

Siempre fui voluntarioso
donde pude, di la mano,
porque el gaucho o el paisano
es listo y menesteroso,
de más noble, bondadoso,
franco, derecho, formal,
en el mundo no hay más leal
porque trabaja y se afianza;
con él nació la confianza
honrado a carta cabal.

Afilaba las tijeras
para esquilar y tuzar,
también para descolar
a las manadas potreras;
les voltiaba las clineras
de la frentera a la cruz,
sin implorar a Jesús
enhorquetao subía en pelo,
varias veces planché el suelo
y otras, cuerpié como luz.

Terraplené bebederos,
yapé alambres cortaos,
paré postes de alambraos
y estiré torniqueteros.
En los trabajos camperos
pude aprender de verdá,
la obediencia y voluntá
pasé de mensual de a pié,
y que bien que lo pasé
con salú y felicidá.


Versos de Roberto Reparaz

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