jueves, 22 de diciembre de 2011

LLUVIA SERRANA

Mientras la lluvia en los cerros
plomiza la serranía
se oyen en la lejanía
monótonos, los cencerros;
buscan el galpón los perros
tras un trueno que revienta,
entre el rancho se comenta
la furia del temporal
y hacen una cruz de sal
para auyentar la tormenta.

Tumbando tembetarices,
nidos, talas y quebrachos
silva el viento en los picachos
resoplando las narices;
conmoviendo las raíces
entre el pedregal trenzadas
baja el agua en correntadas
rumorosas y ondulantes
como serpientes gigantes
culebreando en las quebradas.

La hacienda con sutilezas
que el instinto le insinúa
le da el anca a la garúa
resguardando las cabezas,
hay balidos de ternesas
como notas lastimeras
y al descender las laderas
resfalando a los zanjones,
los terneritos mamones
tiemblan junto a las lecheras.

Los relámpagos chairando
bruñen su filo de luz
mientras que frente a una cruz
hay una anciana rezando.
Sigue lloviendo y tronando,
el rayo estalla y fulmina,
la oscuridá se ilumina
entre un canelón y un moye
y un ¡Santa Bárbara! se oye
de un viejo que se persina.

Los sauces con algazara
como en infantil recreo
con galante balanceo
se van lavando la cara;
la resaca en forma rara
va en brazos de la creciente
y en un columpio inocente
los camalotes floridos,
van con sus cirios prendidos
azulando la corriente.

En un palenque desnudo
retrucador del pampero
toca el clarín un hornero
desafiante y agalludo,
de albricias lanza un saludo
con gallarda bisarría
y al irse aclarando el día
su regocijo pronuncia
al arco iris que le anuncia
del tiempo, la mejoría.
(08/1964)

No hay comentarios:

Publicar un comentario