viernes, 10 de junio de 2011

AL CALOR DEL FOGÓN

He preparao el bayo pa’ la sortija,
Y si Dios no se opone la llevo en fija;
rogá, pues, porque el chuzo no se me empaque
y que al dir a embocarla no le erre el saque…

El domingo te vide venir de misa,
y te juro que cuasi me cái de risa;
porque pensé, mi negra, que a San Antonio,
no le contás las cosas de Celedonio…

La Patrona se güelve puro consejo,
y dice que no hay santo como su viejo;
dame lo que te pido y ya verás
que yo también soy santo como el que más…

Sé que andás a las güenas con Avelino,
y lo tenés al trote como el zorrino…
No pasaré más nunca por tu tranquera,
si me tratás, mi vida, d’esa manera…

por un beso ‘e tu boca yo diez te diera,
y por un beso y medio, la vida entera…
¡ay! quien pudiera, mi alma, ser picaflor,
pa’ vivir empachao de miel de amor!...

Hay mesmo en tu tranquera tal ponzancón,
que se hunde hasta el encuentro mi mancarrón;
y es que ande hay güenas mozas, hay entreveros,
y los pobres matungos son los poceros…

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