viernes, 9 de abril de 2021

YO TAMBIÉN

 Yo también porque soy criollo

igual que tiento sobao

largo mi pial de volcao

sin mezquinarle ni un rollo.

No han de’ncontrar ni un escollo

de lo que voy a narrar

y quiero solicitar

que’l que se tenga por sabio

que vaya plegando el labio

y atento para escuchar.

 

Yo no soy un sabe todo

pero sí un observador,

conozco cada espesor

como así también el modo.

Pa’ su mejor acomodo

de las jergas de lanilla,

coronas y coronillas

del primitivo recao

que ni Solari a pintao

mesejante maravilla.

 

He sido bien enseñao

desde un botón sencillo,

bastos, riendas y lomillos,

lazo torcido y trenzao.

Dejar el cuero graneao

a maceta y a mordaza,

novillo carneao en casa

lonjear sobre la rodilla,

hacer chusmear la cuchilla

como ‘pancho’ poir su casa.

 

De los pelos del caballo

los entrepelao están

cebruno, blanco, alazán,

el colorado y el bayo.

Rosado flamenco hallo,

lobuno, gateao, rosillo,

oscuro, zaino, tordillo

y si no he contado mal,

son como trece en total

en un sumar muy sencillo.

 

Viejo barcino, manchao,

de Tobías, el tobiano,

doradillo, porcelano,

moro, azulejo, tostao,

melao, overo, pintao,

ruano neto, nombraré,

verdadero pangaré

los tengo pa’ mi consuelo…

Son mezclas de un mesmo pelo

los trece que yo me sé.

 

(recopilado, corregido y aumentado)

por Omar Moreno Palacios

jueves, 8 de abril de 2021

TANTA MARAVILLA

  (estilo)

 

Sos una nube alazana

pimpollo de primavera

que va pechando tranqueras

pa’ que dentre la mañana.

Un sol en cada ventana

de color bastante extraño,

rebeldes, dulce y huraños

que me hacen sentir más bueno,

hasta escupir el veneno

por miedo de hacerte daño.

 

Cual junco que mece el viento

tu silueta cimbreadora

es la aguja marcadora

del reloj del sentimiento.

Entre el celeste de un cuento

y oscuro de realidad,

galopeo en la mitad

con el ansia de quererte

y cada que vuelvo a verte

se alarga mi cortedad.

 

Olor a rancho mojao

con misterio de espadaña

y esa lindura tamaña

que hasta Dios quedó almirao.

Que si la mujer ha criao

con un hueso de costilla,

tarea nada sencilla

al pobre Adán esa vez,

me le han bajao media res

pa’ hacer tanta maravilla.

 

Versos de Omar Moreno Palacios

TATA JUANCHO

 Quiso morir de a caballo

y se hundió en la soledá.

Se iba muriendo despacio

pa’ quedarse un poco más…

 

Ninguno se fue tan solo

después de tanto guapear…

Tumbas del aire, los cuervos

le hicieron un funeral…

 

Era viejo “El Tata Juancho”…

El hizo todo lo que hay:

desde el brocal hasta el rancho

todo lo hizo el Viejo Juan.

 

Las noches le dieron hijos,

los días le dieron pan,

los surcos le dieron pena

cuando ya no pudo arar…

 

Hombreaba una estiba de años,

¡cómo no se iba a cansar!

Se había secao en el surco

lo mesmito que una ráiz…

 

En su vida sin domingos

nunca tuvo un guitarrear.

La ráiz del árbol no canta:

canta la copa, nomás…

 

Le reclamaron la tierra

y la tuvo que entregar…

Se iba muriendo despacio

pa’ quedarse un poco más…

 

Quiso morir de a caballo

y se hundió en la soledá.

Tumba del aire, los cuervos

le hicieron el funeral…

 

¡Se fue despacio… despacio…

pa’ quedarse un poco más…!

 Versos de Osiris Rodríguez Castillos

domingo, 4 de abril de 2021

SUERTE CLAVADA

 ¡Al que tira voy diez pesos!

grité agarrando la taba,

mientras cien ojos estaban

como colgados del hueso.

Iba a tirar cuando en eso

dijo una voz altanera:

¡Pago! ¡yo voy al que espera!

y la jugada se armó,

tiré la taba y salió

en curva de vuelta entera.

 

Comentaban los de afuera

a los lados de la cancha

con voz entonada y ancha

al que tira y al que espera.

“Yo me llamo Juan de Afuera”

dije  “y corto por lo sano”.

En mi juego soberano

naides se libra del susto”

y se la clavé a mi gusto

como puesta con la mano.

 

El cielo colmó mi anhelo

mientras la taba, quietita,

quedaba bien clavadita

con la suerte vuelta al cielo.

Rodó la plata en el suelo

que redonda para eso,

eché hacia atrás al pescuezo

y grité: “¡Pido disculpa!

¡Yo a veces me llamo pulpa

y a veces me llamo hueso!”

 

Versos de Fernán Silva Valdés

LA RIÑA DE GALLOS

              (estilo)

Fue 

Pa’ una fiesta'e Santa Rosa

que mi giro iba a pelear.

Una tarde tormentosa

nunca me podré olvidar,

le saqué la traba y cuando

lo comencé a soliviar

dije…”los estoy robando”,

se puso el giro a cantar.

 

En fin, por supersticiones

nunca me dejé llevar,

porque, amigos, ‘con puones

cualquier gallo es regular’.

Pa’ pior decían que’l contrario

era osco de buena laya,

hijo de un tuerto canario

de la Estancia’e los Araya.

 

Con ponchos y algunas lonas

se improvisó el reñidero.

El osco bien ensebao

fue el que apareció primero.

La cosa se puso fiera

cuando supe que era el dueño

Don Estanislao Carrera

buen gallero santiagueño.

 

Revisamos nuestros gallos

antes de ir a la balanza.

Supe que el otro había echao

grasa de zorro en la panza,

áhi pelé el de comer carne

y lo atropellé al matrero,

disparó pa’ unos tuscales,

‘ta… santiagueño ligero.

 

Cree Tonito Rodríguez Villar,

que esta letra es obra de

René Ruiz