miércoles, 30 de agosto de 2023

EL MORENO

 Yo soy el canto señores

para todos los que escuchan

y llevo altiva la lucha

contra todos los rigores

cantando habrá mejores

con buena voz y con arte

pero solo es una parte

yo abarco hasta el infinito

porque mi voz es un grito

y mi palabra estandarte.

 

Cadena que hace cantora

al ave de la roldana

no me preocupa el mañana,

ni el ayer, solo el ahora.

En la suerte bienhechora

de ir cantando por el mundo

yo siento que me confundo

en su propia consistencia

es la ley de la experiencia

solo un destino errabundo.

 

Y aunque negro soy por fuera

bien blanca ha de ser mi alma

para que encuentre la calma

de esta vida pasajera.

Y todo aquel que me quiera

ha de tener mis favores

aunque sé de sinsabores

no de dejo de ser un niño:

porque me faltó cariño

me hice hombre con los rigores.

 

Arriba estará la luz

abajo la oscuridad

arriba está la verdad

abajo solo la cruz,

y con esa misma luz

que iluminó al Nazareno

canto lo malo y lo bueno

con la voz de lo profundo

aunque por fuera sea el mundo

negro, como este moreno.

 

Versos de Juan Cruz Barbosa

domingo, 27 de agosto de 2023

TRISTE

 Es mi existencia un a oscura

noche de triste desvelo

sin estrellas en el cielo

de la perdida ventura.

El dolor y la amargura

se han cruzado en mi sendero

como si un cuervo agorero,

en la tiniebla perdido,

hubiese labrado el nido

sobre el horcón de mi alero.

 

Se apean de todos los males

en el palenque de mi alma

y huyen las horas de calma

como espantados baguales.

Solo abrojos y cardales

crecen a mi alrededor,

y si un sueño halagador

su fulgor en mi alma exhala,

es un fulgor de luz mala

que anuncia un nuevo dolor.

 

Versos de Ricardo Del Campo

            (17/10/1870 – 9/04/1947)

lunes, 14 de agosto de 2023

POR UN VECINO ESTROPEAO

 A un vecino fui a invitao

pa’ churrasquiar en mi casa

y al calorcito’e las brasa’

comernos un costillar,

y justo vino a pasar

lo que nunca había pasao…

“-Mi marido se ha golpeo

-nos dijo Ana a la pasada-

quiera Dios que no sea nada,

en Cemeda está internao”.

 

Allí estaba el amigazo

aguantándose el dolor

pero le advirtió el doctor,

que tiene flor de porrazo;

Tata Dios le tiró un lazo

pa’ que lo hayan encontrao…

Como cuatro horas tirao

entre el cardal de “El Arturo”…

todo por montar de apuro

un pertizo colorao.

 

Le pasó de madrugada

en la Estancia “El Mirador”,

todo por ser cumplidor

y por no hacerle asco a nada.

¿Y cómo fue la rodada?,

pregunté de sopetón.

“-He perdido la noción

y no me acuerdo de nada,

me desperté cuando estaba

maltrecho del apretón…”.

 

Coraje y fuerza en su mano,

de una rienda bien prendido,

se arrastró muy mal herido

con un dolor inhumano…

Pensó en su hijita el paisano,

su mujer, que lo esperaba,

miró el sol que despuntaba,

rogó al cielo por su suerte,

porque’se día la muerte

le pegó una costalada.

 

Es brava la quebradura,

la pelvis se partió en dos,

pero López, créanmeló

tiene fuerte la estructura…

Él se aguantó la suturas

y los clavos, soy testigo;

le deseo como amigo

pronto pueda estar de pié,

entonces lo invitaré

para ‘churrasquiar’ conmigo.

 

Versos de Jorge Alberto Castañares

lunes, 7 de agosto de 2023

PATRIA

 El que hoy quiera molestarte

por desconocer tu gloria

sepa que’s mucha la historia

para poder humillarte.

Y si pretende ultrajarte

solo por sentirse fuerte,

hasta el hijo que por verte

gloriosa, supo morir;

de su tumba ha de salir

para poder defenderte.

 

Ese que’ngolosinao

por la bondad de tus hijos

prepara sus amasijos

esta vez se ha equivocao.

Ha créido que descuidao

se haya el criollo de’sta tierra

que ya en su pecho no encierra

del heroísmo el calor

y que falto de valor

le’stá temiendo a la guerra.

 

Sabés que podés contar

con quien es todito tuyo,

que’l extranjero ni un yuyo

de tu terreno ha de hollar.

Y quien se llegó a cegar

con nuestra gaucha bondad,

sepa que no es flojedad

y que sabrán tus varones<:

¡defender como leónes

tu honor y tu libertad…!

                                    (1938)       

 

Versos de Juan Oscar Shedden

jueves, 3 de agosto de 2023

SENDA DE ABROJOS

 Bajo un poncho de glicinas

que el otoño deshilacha,

como herido por el hacha

de las recias ventolinas,

esconde el rancho sus ruinas

de amarga desolación

en que la triste canción

del payador olvidado

anuda en el encordado

las fibras del corazón:

 

“Yo soy el cóndor herido

que se levanta del suelo

y alarga el último vuelo

pa’ morir junto a su nido.

Aunque siempre jui curtido

pa’l dolor que me hizo macho        

crujió mi alma de quebracho

cuando del pago te juiste

dejándome solo y triste

como un corderito guacho.

 

En balde quise olvidar

esta huella de dolores

ande no hay aves ni flores

que acompañen mi cantar.

Y si aura dejé rumbiar

el flete pa’ la querencia,

no jue por llorar tu ausencia

sino porque en mi camino

va cabrestiando al destino

el bagual de mi esistencia.

 

Como en la senda de abrojos

deja un cordero el vellón,

dejé yo mi corazón

entre el cardal de tus ojos.

Solo quedan mis despojos

en el pial de tu disfraz,

pero algún día quizás

llegue otro a vengar mi afrenta,

porque nadies escarmienta

con el mal de los demás.

 

Brillando en el alambrao

de tus pestañas de rubia,

como gotitas de lluvia

mis lágrimas han quedao.

Cuando tendí mi recao

bajo el sauce de tu amor,

no pensé en este amargor

que me aguaitaba escondido

ande labraba su nido

el carancho del dolor.

 

Por eso en l’hondo del pecho,

como agudas nazarenas,

tengo clavadas las penas

de todo el mal que me has hecho.

Y cuando de trecho en trecho

de este cruel peregrinar,

en balde me quiero apiar

del potro de tu recuerdo,

se me desboca y me pierdo

en las selvas del pesar.

 

Acaso un día, soñado,

recuerdes tus infidencias

y cómo, ante mis ausencias,

te despertabas llorando.

Acaso de cuando en cuando,

sin poder hallar la calma,

el remordimiento en tu alma

sus enramadas envuelva

como triste madreselva

en el tronco de una palma.”

 

Así su dolor, un día,

cantaba bajo el alero

el solitario trovero

de la llanura sombría.

Ya en la pampa se extendía

la azulada cerrazón,

y mientras el cañadón

bajo el viento se doblaba,

adentro, el llanto anegaba

las penas del corazón.

 

Versos de Ricardo Del Campo

            (17/10/1870 – 9/04/1947)