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lunes, 18 de mayo de 2020

BAYO


Merece un verso su pingo
por ser de pelaje “bayo”,
linda estampa, buen caballo
por eso se lo distingo,
que como el dueño no es gringo
lo tiene muy bien cuidao…
con cariño ha respetao
el lujo de cola y clina
que es tradición argentina
de un tiempo casi olvidao.

“Bayo” pelo “anaranjao”
con alguna variación      
que a veces da la impresión
de un “bayo” pelo “encerao”;
el aseo delicado
de rasqueta y de cepillo
le da un alterao brillo
que hace con el sol reflejos
y al mirarlo desde lejos
parece “bayo amarillo”.

Dejando a un lao el color
que acabo de describir
ya no puedo prescindir
de mencionar su valor…
El pingo es merecedor
como lo he dicho primero;
manso como un parejero
entendido y obediente
y ande el se caso se presente
es pronto, guapo y ligero!

Es casi cosa segura
que su original estampa
es algún aborto pampa
por sobre de la natura;
es mezcla de sangre pura
de estirpe criollo y normando
y si alguno anda dudando
de lo que hago referencia
tendrá la propia evidencia
cuando lo vea galopando.

Versos de Juan Quiroga

viernes, 14 de febrero de 2014

EL RANCHO DE LA VISIONES

En uno de esos rincones
de nuestra pampa salvaje,
como indicando un pasaje
del tiempo de los malones;
se ven dos sauces llorones
palenqueando una tranquera,
más adentro una tapera
entre espinillos y talas,
donde rondan luces malas
durante noches enteras.

Al costao de un callejón
se destacan dos ombuses
y en cada tronco dos cruces
trazadas con el facón,
hay signos de una inscripción
que a descifrar no se alcanza
y está clavada una lanza
quizás puesta con intento,
como haciendo un juramento
por justicia, o por venganza.

Se comenta en los fogones
de las estancias vecinas,
entre gauchos, y entre chinas,
el rancho de las visiones;
se hacen largas narraciones
que justifica un anciano
dicen que han visto cercano
a un corral de palo a pique,
al fantasma de un cacique
con una lanza en la mano.

Dicen que esas poblaciones
fueron una pulpería
donde la indiada vendía
el fruto de sus malones,
a un señor con más millones
que ovejas un estanciero,
que por trampear unos cueros
lo indios lo degollaron,
y con ellos se llevaron
las riquezas del pulpero.

El indio que es persistente
y en su saña es inhumano,
gritando ¡muera el cristiano!
no dejó un alma viviente;
y desde entonces la gente
vecina de aquel paraje
contempla el triste paisaje
de aquella tapera en ruina
sobre la pampa argentina
por obra de los salvajes.

Versos de Juan Quiroga

lunes, 4 de junio de 2012

EL VIEJO RESERO

Cuando al salto y de escondido,
trecho a trecho y mata a mata,
el tiempo vistió de plata
mi cabello renegrido,
mucho habré desmerecido
de mozo pa’ ser anciano,
pero sé que algún paisano
me cuartiará en el camino.
¡Sobre mi suelo argentino
hay muchos hombres humanos!

Yo soy de alcurnia muy baja
porque nací en pobre cuna
y no tengo más fortuna
que la de aquel que trabaja.
Cuando muera, mi mortaja
será el tiempo que he vivido,
el polvo que ha removido
mi tropilla en los senderos,
un adiós de los reseros
y un negro poncho de olvido.

Pero mientras siga andando
quiero tener el consuelo
de andar en mi propio suelo
viejo, pero trabajando.
Y mientras siga sonando
el cencerro en la madrina
desde el Plata a las andinas
tierras dirán los camperos:
¡Allá va un viejo resero
de nuestra Patria Argentina!

Quizás vaya de regreso
al declinar la esistencia;
los campos de mi querencia
los necesita el progreso.
Más no creo que por eso
se acabe la tradición;
donde quede una estensión
de campo allí habrá un overo
que llorará en los potreros
la muerte de su patrón.

No sé en que sierra o quebrada
daré el relincho postrero
recostao sobre el apero
al terminar mi jornada.
Pero en mi mano cerrada
han de encontrar mi facón
y mi última esclamación
ha de llegar hasta el cielo
¡que se levante del suelo
pa’ servirme de oración!

Versos de Juan Quiroga

jueves, 24 de mayo de 2012

EL SALAO

1
Áhi tiene sobre’l fogón
ese mate, échele yerba:
en mi rancho se conserva
algo de la tradición:
dele un soplido al tizón
que dure’l agua caliente;
ponga leña suficiente,
áhi tiene un tarro con grasas
que’n cuanto se hagan las brasas
pondremos algo pa’l diente.
2
Acaricie ese porrón
de ginebra marca “Llave”;
vaya tratándolo suave
que nos aguante’l tirón,
que’n cuanto la cerrazón
medio se haya despejao
después de’char un bocao
le meteremos los cueros;
usté póngale al “overo”
yo le pondré al “colorao”.
3
Sabe Don que la niblina
se ha estendido con grandeza
y se ha puesto más espesa
que’l humo de la cocina;
usté lleve la madrina
yo atracaré a los baguales;
al pasar los totorales
se abre un claro en el arroyo
donde le llaman los criollos
“el paso de los juncales”.
4
Largue la yegua, no baje
si el agua bordea la orilla;
por detrás de la tropilla
los pingos harán coraje;
reserve’l poncho pa’l viaje
y aprete bien el sombrero
dele riendas al “overo”
que se atraque al “colorao”
¡mi flete es como pescao
pa’ las aguas,  aparcero!
5
Sabe que’staba crecido
por suerte sin correntada;
son aguas de la cañada
por lo tanto que ha llovido;
si no lo dejó en olvido
usté ha de tráir el porrón;
bebamos con discreción
para dirnos calentando
y aura entremos galopando,
ya se ha ido la cerrazón.
6
Adrián Sosa y Justo Agüero
con rumbo pa’l Saladillo
van cruzando “Los Cerrillos”
de los campos de Terrero:
dos criollos de sello entero
capaces de cualquier cosa
que si valiente era Sosa
también lo era el gaucho Justo
¡capaz de peliar de gusto
con la mazorca de Rosas!
7
Muchas leguas galopiaron
a lo largo de aquel día
y otras tantas faltarían
a donde nunca llegaron;
era de noche y toparon
con el viejo río Salao
que’staba de lao a lao,
sin bajada y sin barranca
¡que hasta los pastos arranca
cuando se alza encorrentao!
8
Si es bravo el Samborombón
que tanta gente ha llevao
el viejo río Salao
tiene entrañas de dragón
pero la gran decisión
de los gauchos argentinos
por adelantar camino
y por ser demás valientes…
se los llevó la corriente
con triste y fatal destino.
9
Cuenta después un baquiano
botero de’sa pasada
y que tiene la morada
en un barrancón cercano,
que sintió gritos humanos
que venían del Salao
y con un tono apurao
que debía ser de Agüero
que decía: “¡Atraque’l “overo”
cerquita a mi “colorao”!”
10
Tristeza y desolación,
angustia, temor y pena
causa la terrible esena
de la desesperación;
y al cerrarse la oración
que’l cielo en estrellas brilla
dicen que de orilla a orilla
cada vez que está crecido
se siente’l triste sonido
de un cencerro sin tropilla.
11
Alguno con devoción
en el nombre de Jesús
ha colocado una cruz
junto al pie de un albardón;
bien cabe la presunción
que duermen en una fosa;
hay una planta frondosa
de respetable espinillo
¡memoria de “Los Cerrillos”
de Don Juan Manuel de Rosas!

Versos de Juan Quiroga
(Seudónimo de Camilo Hamus Gómez
1887 – 1976)

(versificación de un hecho acaecido en 1914)

miércoles, 18 de mayo de 2011

PREVENCIÓN

Vieja, cerrá la ventana
y bajale la cortina;
buscate alguna vecina
que se quede hasta mañana,
mandale a decir con Ana
que precisas compañía.
Todo el cuerpo se me enfría,
tengo temblores de chucho,
la espalda me duele mucho…
¡quién sabe si llego al día!

Bueno Vieja, me voy yendo,
esto no es broma ni es cuento,
ya se ha llegao el momento
quiero que vayás sabiendo;
lo que más te recomiendo
que tengás serenidá;
ya van tres noches que está
la lechuza en la tranquera.
La bruja de la tapera
sabe cuando uno se va!

Me voy para no volver
porque el viaje es medio largo,
pero desde ya te encargo
que hagás lo que haya que hacer;
si morirse es un deber,
cumpliré la ley de Dios;
el día que te toque a vos
se terminará la guerra
y en un rincón de la tierra
descansaremos los dos!

Para las hijas les dejo
un ¡Adios! interminable;
todas fueron muy amables
hasta que he llegao a viejo.
A mi guitarra la dejo
valorada con tu amor
agradeciendo el favor
que me ha prestao en la vida.
Si hay alguien que no me olvida
pondrá en mi tumba una flor!

Versos de Juan Quiroga