domingo, 17 de enero de 2021

MAÑANERA

 Surgió sonriendo la aurora

como pueblera coqueta;

y mi alma que sueña, inquieta,

piensa y suspira a la hora

que la calandria cantora

ya vuela de rama en rama,

mientras sobre el panorama

beyo, almirable y agreste,

dende su trono celeste

el sol sus rayos derrama.

 

Se oye en la estancia el rumor

alegre de la pionada,

que dende la madrugada

está en continua labor.

El paciente labrador

ara su tierra triunfante;

y en el surco fecundante

ve el triunfo de la semiya;

y en la rastra y en la horquiya,

su porvenir más brillante.

 

Bajo de un sauce yorón

a quién azotan las rachas,

se ven algunas muchachas

¡dele y dele al cimarrón!

Más, sin perder la ocasión

se turnan en el mortero;

unas machacan primero,

luego otras, después, el grano

de máiz, pa’l locro paisano

que ya acetó el extranjero.

 

Y ansí como al mediodía

dando tregua a la faena

se rejuntan en amena,

grata y feliz compañía.

Se almuerza. Postre es la pía

cadencia de una guitarra

que un mozo -gaucho de garra-

pulsa y nuembra a Martín Fierro;

y hasta escucha atento el perro

y enmudece la chicharra.

 

Versos de Teófilo “El Abuelo” Olmos