sábado, 23 de diciembre de 2023

YO DE APURAO NO BEBO

 Que perdonen lo que esperan

si en el viaje me entretengo,

el paisaje es una copa

y yo de apuro no bebo…

no es culpa de los caminos

que sean azules los cerros.

Se han de cansar de esperar

si esperan que pase el tiempo.

 

El tiempo no es el que pasa,

el que pasa es el viajero…

y mientras vamos pasando

pensamos que pasa el tiempo…

 

Hay quienes pasan confiando

que adelante están los sueños;

otros quieren al mañana

atajarlo con recuerdos.

Otros piensan que el camino

de penas los ha cubierto,

y el camino solo dice:

Todo lo que tengan tengo!...

 

Que perdonen lo que esperan

si en el viaje me entretengo,

ellos quieren apurarme

y yo sin querer me quedo…

 

A mí no me estorba nadie

cuando voy ni cuando vengo…

En mis maletas no caben

más que las pilchas que quiero.

 

En madera de guitarra

voy enredando los tientos

de los caminos que quedan,

mientras guapiando me alejo.

Y les digo a los que esperan

que yo también algo espero…

el paisaje es una copa

y yo de apuro no bebo…

 

Y aunque ahora no me despida,

tal vez me esté despidiendo,

como el viaje es medio largo

en una de esas no vuelvo…

 

Versos de Sandalio Santos

                     (Uruguayo)

miércoles, 18 de octubre de 2023

¡QUE BUEN REGALO, MI AMIGO!

 En la casa de un amigo

que yo bien lo tengo en cuenta,

recibí un día una herramienta

que andará siempre conmigo,

y aunque viejaza, bien digo

a agradecerle procedo

si hasta de alegría me excedo

porque’s campera y bonita,

y es esa chaira finita

que me dio Martín Oviedo.


La prenda que yo recibo

en la “Estancia La Juamela”

antigua historia revela,

en su estampa lo percibo,

a más de un cuchiyo altivo

pa’ emparejarlo en el ruedo,

poniéndole’l pecho al miedo

-si hasta he desmayao mulitas-

con esa chaira finita

que me dio Martín Oviedo.


Del principio de la historia

se usó en el medio rural,

instrumento excepcional

y una herramienta notoria

de una época inmigratoria

de Eskiltuna o Toledo,

y hoy yo también intercedo

a usar, si conmigo habita,

y es esa chaira finita

que me dio Martín Oviedo.


Chaira lisa, sin estrías,

donde’l filo no se traba,

tampoco genera haba

y empareja con maestría.

Como le agarré baquía

de alabanciarme transgredo

cuando hace falta, remedo

si un filo se debilita

con esa chaira finita

que me dio Martín Oviedo.


Carniando chanchos, se atraca,

y a la hora de lavar

la máquina de picar,

la usé, pa’ limpiar las placas;

como en todo se destaca

al degoyar con denuedo

a revolver sangre cedo

si cuagula y precipita,

con esa chaira finita

que me dio Martín Oviedo.

 

Para el campo, si cocino,

sea cual sea la labor,

si falta destapador,

con eya hundo el corcho a un vino

y aunque eyo es algo dañino

p’l que entiende de viñedo,

a tomármelo me quedo,

si hasta he aujeriao tortas fritas

con esa chaira finita

que me dio Martín Oviedo.

 

Si desoyando un cordero

después de garriar me acuño,

con su cabo y con el puño

se que viá bajarle’l cuero.

Sin dármelas de soguero

aunque algún botón enredo,

a falta de lezna puedo,

cambiar yapas, si se cita,

con esa chaira finita

que me dio Martín Oviedo.

 

Como tengo una panzona

cuchiya de tres remaches,

cachas color azabache,

que conmigo es querendona,

acompaña a mi persona,

eso lo tengo por credo,

la vaina donde la hospedo

es ancha y posibilita

que’ntre la chaira finita

que me dio Martín Oviedo.

 

Y al estar bien imantada

al fierro, y a mí, se pega,

juntos, nada nos doblega

por eso está resguardada,

cabo en madera torneada

prolongación de mis dedos,

como recuerdo que heredo

cuidarla bien amerita

¡a esa gran chaira finita

que me dio Martín Oviedo!


 Versos de Santiago Vaquero

sábado, 2 de septiembre de 2023

RISUEYO PAISANO

 Bajo el poncho de la luna,

con un estilo silbando,

en el moro voy yegando

a mi rancho, por fortuna.

Al costao, una laguna,

que con su espejo refleja

las totoras en madeja

que acunan a los pichone',

de nutrias y de crestone'.

¡La gayareta se queja!

 

En busca de su destino,

del pico 'e la chimenea

un humo blanco se apea,

cómo mamao peregrino.

El rostro suave y cetrino

de mi joven aparcera,

que se haya en la dulce'spera,

ilumina mi regreso,

y al yegar yo ya la beso

cómo jué la vez primera.

 

Ya dentrando a la cocina

conocí el olor certero,

de un güen estofao casero

que me ha preparao la china.

En siyas de tiras fina'

de cuero, que no he sobao

está mi gato, "el Soldao",

mostrando su indiferencia;

¿será el cobro por mi ausencia

de las horas que he faltao?

 

En el fondo, la despensa,

en sus ganchos, los chorizo'

cuelgan hasta que's preciso

cobrarse la recompensa.

En un tablón una prensa

con matambre asujetao,

lo tiene bien vigilao

por si se quiere'scapar,

y de un clavo sabe'star

la'rpiyera 'e los mandao'.

 

La cumbrera soportando

el peso de algún farol,

el que alumbra más que'l sol

cuando se haya trabajando.

Las alpargatas secando

al rescoldo 'e la Istilar,

y una rata que al pasar

en la leña se'ntrevera,

por si mi gato la viera:

¡fiero la diba a tratar!

 

Bajo el manto del alero,

con flecos largos y ruano'

del viejo rancho pampeano,

pasa la noche, el apero.

De un tiento gastao de cuero,

cuelga una guitarra vieja;

que cuándo suena se queja

al compás de algún estilo.

Y mi perro está tranquilo

¡con él, no hace falta reja!

 

Versos de Alejandro Abriola

miércoles, 30 de agosto de 2023

EL MORENO

 Yo soy el canto señores

para todos los que escuchan

y llevo altiva la lucha

contra todos los rigores

cantando habrá mejores

con buena voz y con arte

pero solo es una parte

yo abarco hasta el infinito

porque mi voz es un grito

y mi palabra estandarte.

 

Cadena que hace cantora

al ave de la roldana

no me preocupa el mañana,

ni el ayer, solo el ahora.

En la suerte bienhechora

de ir cantando por el mundo

yo siento que me confundo

en su propia consistencia

es la ley de la experiencia

solo un destino errabundo.

 

Y aunque negro soy por fuera

bien blanca ha de ser mi alma

para que encuentre la calma

de esta vida pasajera.

Y todo aquel que me quiera

ha de tener mis favores

aunque sé de sinsabores

no de dejo de ser un niño:

porque me faltó cariño

me hice hombre con los rigores.

 

Arriba estará la luz

abajo la oscuridad

arriba está la verdad

abajo solo la cruz,

y con esa misma luz

que iluminó al Nazareno

canto lo malo y lo bueno

con la voz de lo profundo

aunque por fuera sea el mundo

negro, como este moreno.

 

Versos de Juan Cruz Barbosa

domingo, 27 de agosto de 2023

TRISTE

 Es mi existencia un a oscura

noche de triste desvelo

sin estrellas en el cielo

de la perdida ventura.

El dolor y la amargura

se han cruzado en mi sendero

como si un cuervo agorero,

en la tiniebla perdido,

hubiese labrado el nido

sobre el horcón de mi alero.

 

Se apean de todos los males

en el palenque de mi alma

y huyen las horas de calma

como espantados baguales.

Solo abrojos y cardales

crecen a mi alrededor,

y si un sueño halagador

su fulgor en mi alma exhala,

es un fulgor de luz mala

que anuncia un nuevo dolor.

 

Versos de Ricardo Del Campo

            (17/10/1870 – 9/04/1947)

lunes, 14 de agosto de 2023

POR UN VECINO ESTROPEAO

 A un vecino fui a invitao

pa’ churrasquiar en mi casa

y al calorcito’e las brasa’

comernos un costillar,

y justo vino a pasar

lo que nunca había pasao…

“-Mi marido se ha golpeo

-nos dijo Ana a la pasada-

quiera Dios que no sea nada,

en Cemeda está internao”.

 

Allí estaba el amigazo

aguantándose el dolor

pero le advirtió el doctor,

que tiene flor de porrazo;

Tata Dios le tiró un lazo

pa’ que lo hayan encontrao…

Como cuatro horas tirao

entre el cardal de “El Arturo”…

todo por montar de apuro

un pertizo colorao.

 

Le pasó de madrugada

en la Estancia “El Mirador”,

todo por ser cumplidor

y por no hacerle asco a nada.

¿Y cómo fue la rodada?,

pregunté de sopetón.

“-He perdido la noción

y no me acuerdo de nada,

me desperté cuando estaba

maltrecho del apretón…”.

 

Coraje y fuerza en su mano,

de una rienda bien prendido,

se arrastró muy mal herido

con un dolor inhumano…

Pensó en su hijita el paisano,

su mujer, que lo esperaba,

miró el sol que despuntaba,

rogó al cielo por su suerte,

porque’se día la muerte

le pegó una costalada.

 

Es brava la quebradura,

la pelvis se partió en dos,

pero López, créanmeló

tiene fuerte la estructura…

Él se aguantó la suturas

y los clavos, soy testigo;

le deseo como amigo

pronto pueda estar de pié,

entonces lo invitaré

para ‘churrasquiar’ conmigo.

 

Versos de Jorge Alberto Castañares

lunes, 7 de agosto de 2023

PATRIA

 El que hoy quiera molestarte

por desconocer tu gloria

sepa que’s mucha la historia

para poder humillarte.

Y si pretende ultrajarte

solo por sentirse fuerte,

hasta el hijo que por verte

gloriosa, supo morir;

de su tumba ha de salir

para poder defenderte.

 

Ese que’ngolosinao

por la bondad de tus hijos

prepara sus amasijos

esta vez se ha equivocao.

Ha créido que descuidao

se haya el criollo de’sta tierra

que ya en su pecho no encierra

del heroísmo el calor

y que falto de valor

le’stá temiendo a la guerra.

 

Sabés que podés contar

con quien es todito tuyo,

que’l extranjero ni un yuyo

de tu terreno ha de hollar.

Y quien se llegó a cegar

con nuestra gaucha bondad,

sepa que no es flojedad

y que sabrán tus varones<:

¡defender como leónes

tu honor y tu libertad…!

                                    (1938)       

 

Versos de Juan Oscar Shedden

jueves, 3 de agosto de 2023

SENDA DE ABROJOS

 Bajo un poncho de glicinas

que el otoño deshilacha,

como herido por el hacha

de las recias ventolinas,

esconde el rancho sus ruinas

de amarga desolación

en que la triste canción

del payador olvidado

anuda en el encordado

las fibras del corazón:

 

“Yo soy el cóndor herido

que se levanta del suelo

y alarga el último vuelo

pa’ morir junto a su nido.

Aunque siempre jui curtido

pa’l dolor que me hizo macho        

crujió mi alma de quebracho

cuando del pago te juiste

dejándome solo y triste

como un corderito guacho.

 

En balde quise olvidar

esta huella de dolores

ande no hay aves ni flores

que acompañen mi cantar.

Y si aura dejé rumbiar

el flete pa’ la querencia,

no jue por llorar tu ausencia

sino porque en mi camino

va cabrestiando al destino

el bagual de mi esistencia.

 

Como en la senda de abrojos

deja un cordero el vellón,

dejé yo mi corazón

entre el cardal de tus ojos.

Solo quedan mis despojos

en el pial de tu disfraz,

pero algún día quizás

llegue otro a vengar mi afrenta,

porque nadies escarmienta

con el mal de los demás.

 

Brillando en el alambrao

de tus pestañas de rubia,

como gotitas de lluvia

mis lágrimas han quedao.

Cuando tendí mi recao

bajo el sauce de tu amor,

no pensé en este amargor

que me aguaitaba escondido

ande labraba su nido

el carancho del dolor.

 

Por eso en l’hondo del pecho,

como agudas nazarenas,

tengo clavadas las penas

de todo el mal que me has hecho.

Y cuando de trecho en trecho

de este cruel peregrinar,

en balde me quiero apiar

del potro de tu recuerdo,

se me desboca y me pierdo

en las selvas del pesar.

 

Acaso un día, soñado,

recuerdes tus infidencias

y cómo, ante mis ausencias,

te despertabas llorando.

Acaso de cuando en cuando,

sin poder hallar la calma,

el remordimiento en tu alma

sus enramadas envuelva

como triste madreselva

en el tronco de una palma.”

 

Así su dolor, un día,

cantaba bajo el alero

el solitario trovero

de la llanura sombría.

Ya en la pampa se extendía

la azulada cerrazón,

y mientras el cañadón

bajo el viento se doblaba,

adentro, el llanto anegaba

las penas del corazón.

 

Versos de Ricardo Del Campo

            (17/10/1870 – 9/04/1947)

martes, 25 de julio de 2023

PA'L JINETE MI HOMENAJE

 Jinete, humilde paisano

orgullo de nuestro suelo

porque siempre fue mi anhelo

quiero tratarte de hermano

con el bagual, mano a mano

cuando te veo jugarte

como quisiera gritarte

junto con todo el gauchaje

Dios quiera que no te baje

y un premio puedas llevarte.

 

Jamás te vas a baraja

ni hay reservao que te aflija

y que el sorteo lo elija

ni en eso pedís ventaja

y si peleando te baja

no es pa’ tu nombre una mancha

mientras solo se abre cancha

y a los corrales va yendo

lo mirás como diciendo

vení si me das revancha.

 

Después de un flor de porrazo

contra la verde gramilla

sabes salir en camilla

sufriendo un dolor machazo

pero sos criollo y no hay caso

que se te escuche un quejido

por eso se te ha encendido

esa estrella de jinete

si pa’ vos es un juguete

ir sobre un potro prendido.

 

Este ha sido el homenaje

que yo brindarte quería

y mucho más merecías

en honor a tu coraje

y junto con el cordaje

que sobre mi pecho acampa

por lucir tu gaucha estampa

por tu garra, por tu esfuerzo

mientras te abrazan mis versos

de pie te aplaude la pampa.

 

Versos de Gilberto de Goicoechea

domingo, 25 de junio de 2023

PARA UN CRIOYO DE VALOR

 Ayá por "La Montonera"

conocí siendo pichón

a un paisano mocetón

de linda estampa campera.

Domador de oficio era

de potriyos parejeros

y en el ambiente campero

siendo muy reconocido,

a más, por haber venido

del crioyo pago ranchero.

 

Estaba en la pulpería

como si fuera mojón

alegrando la reunión

con chanzas y algarabías;

algún relato hacía

de los pingos trabajao’,

si estaban bien enriendao’

con bocao o con filete,

son recursos de jinete

de otros tiempos heredao.

 

En la rueda fogonera

lo oí milongas cantar

y la guitarra tocar

de muy crioyaza manera;

pa’ los floriadores era

un lujo poder floriarlo,

y el paisanaje escucharlo

con sus letras tan paisanas

de tradiciones lejanas

para jamás olvidarlo.

 

Con mis humildes renglones

he querido saludarlo

y con gusto ponderiarlo

por sus gauchas condiciones;

esperencias de a montones

en su memoria hay grabadas

resalta en la paisanada

como crioyo de valor

¡pa’ usté, Don Luis Eguillor!,

de un paisano de Ensenada.

 

 Versos de Luis Alberto Rojo