miércoles, 8 de diciembre de 2021

VIEJO CENCERRO

 Yo llevo el canto sureño

como bandera sonora

que me endulza en cada aurora

el despertar de mi sueño.

Un canto libre, sin dueño,

 entre la pampa y el cielo

como un ave que en su vuelo

eterniza la distancia,

como un sol cuya fragancia

nace y vive en este suelo.

 

Cencerro, viejo aparcero

de los campos argentinos;

pájaro sembrando trinos

con voz de bronce y acero.

Peón sin sueldo, tropillero,

obediente a tu llamada

se junta la caballada

que tras la yegua madrina

enfila con disciplina

siguiendo tu clarín nada.

 

Antaño de mañanita

cuando los potros pastaban,

y los gauchos escuchaban

el son de tu musiquita,

nacía la vidalita

pa’ volar en un silbido

todo el sur ha recorrido

tu voz criolla y cristalina,

voz de la pampa argentina,

vos del recuerdo querido.

 

Cencerro clarín sureño,

viejo poeta de bronce

hablame de aquel entonces

en que era niño mí sueño.

Y cantando con empeño

prendido de la madrina

traeme en tu voz que afina

mensajes de tradición,

con gusto a pasto y fogón

de una milonga Argentina.

 

Hoy que ocupás jubilao

en mi rancho un rinconcito

de vez en cuando algún grito

se te oye si te han tocao.

Alerta el viejo soldao

vuelve a su pampa el lenguaje

por eso que nadie ataje

su sonora voz de fierro

y que ande vibre un cencerro

esté vibrando el gauchaje.

Versos de Artemio “Camambú” Rodríguez