domingo, 22 de enero de 2023

ENTRE EL PATRÓN Y EL DOMADOR

 -¿Qué tal Juan Carlos, qué dice?

Creo que’s bueno el momento

de hacerle un ofrecimiento

pa’ que su doma agilice;

espero que lo analice

es m’intención verdadera,

se me hace larga la espera

con un año, Usté se abusa;

hoy sesenta días se usa

más efectiva y ligera.

 

-Aunque estoy muy sorprendido

tal vez tenga Usté razón,

pero yo no cambio, Don,

lo mucho o poco aprendido;

mi trabajo es garantido,

diez tropiyas han avalao,

buena rienda, bien sogueao

pa’ floriarse donde cuadre

y por su exigente padre

pucha, si fui ponderiao…!

 

-Yo sé, que’l finao mi viejo

(que Diós lo tenga en la gloria)

creía mucho en esa historia

del año largo, allá lejos;

si me permite un consejo

convencido que’s mejor

con técnicas de valor

detalló en un gran discurso

días pasao, en un curso,

que asistí, de un domador.

 

-No se lo pienso acetar,

no acudo a lo que me pide,

si esa manera decide

mejor será renunciar.

Pero antes le quiero hablar

pa’ largar este entripao:

es imposible cuño

se lo digo con franqueza,

no me cabe en la cabeza

que’n dos mese’stén domao.


-Por eso digo Juan Carlos

de apurar lo redomones

o tomaré decisiones

que puedan perjudicarlo,

y si se niega a lograrlo

no escucharé su pretesto,

pienso proceder dispuesto

tanto tiempo no me banco,

y si no, pa’ serle franco

tendrá que dejar el puesto.

 

-Ya me voy si así prefiere,

metalé que todo es suyo,

no vamo’andar con baruyo

porque no es trato’e mujeres;

seguiré con mis quehaceres

donde sea acreditao,

de rienda lisa, bocao

y enfrenando en la ménguate…

Yo aprendí con criollos de antes

no con yanquis disfrazao!!

 

Versos de Nano Nelson

PAISANO

 En un colorado argel...

Lista al pico, ¡soberano!

Montado viene el paisano

En un día frio y cruel

¡El poncho pesado es fiel!

Más la manga arremangada

Hablan de la camperiada

Que el hombre de barba ha hecho

Y taloneando el repecho

Ensaya una atropellada

 

Los ojos del pingo viejo

¡Parecen querer salir!

De la órbita al sentir

Un peligro en el pellejo

¡Hombre confiado es el viejo!

Pues no se le ha de escapar

El nervioso resoplar

Que da la cabalgadura

Y su ciencia que es segura

Se lo sabrá demostrar

 

¡Una yarará escondida!

En medio de la maleza

Es lo que quita entereza

Al pingo en su recorrida

Un cálculo a la medida

Pega el gaucho a la pasada

Y con una carcajada

Deja a la sierpe pagando

En el salto que esquivando

¡Le hace la yunta a la armada!

 

Y así, en la quinta bajada

Despacito ha de llegar

¡Pegará un grito al pasar!

Por la puerta de la entrada

Una mano levantada

Acusará su presencia

El fingirá indiferencia

A los ojos de su amor

Y le dirá sobrador

¿Me habrá extrañado en la ausencia...?

 

Versos de Rubén Ibero

ALLÁ... POR ROSARIO TALA

Tiene el hombre a la tropilla

¡Como en marcial formación!

Y los pingos fieles son

¡A su orden clara y sencilla!

Se golpea en la mejilla

Larga su voz un ronquido

Por los fletes conocido

Como asentando macases

Y escuchan claro y capaces

El sonido repetido.

 

La madrina baya overa

¡Hace cuña en un rincón!

Y es  orgullo y emoción

¡Verla tan guapa y campera!

Cola entera, la clinera

Cayendo sobre el cencerro

¡Bien a lo pampa, es de fierro!

Para entablar a su lado

Y entregar a los montados

Seguidores como perro.

 

¡Ocho zainos y un lunar!

Oscuro mancha’e pelota

Gusto bien criollo denota

A la hora de entablar

Preparáu para montar

Si la ocasión  lo exigiera

Con su pilcha corralera

El pañuelito nuquero

Respetando al sol de enero

¡Como en legión extranjera!

 

O el gato es grande y capón

O el perro naranjo echado

Ve al negro que se ha acercado

Y no le presta atención

Un pato blanco y gritón

¡Amenaza a las gallinas!

Que por aves y vecinas

Comparten su territorio

Pero el cuáquero tenorio

Tiene ambiciones mezquinas

 

La casa estira un alero...

Por puntales aguantado

Y el fuerte color rosado

¡Pone su sentir campero!

Verdes puertas al viajero

¡Le dan señal de esperanza!

Una cabecera alcanza

Las nubes en chimenea

De matera o churrasquera

Para echar algo a la panza.

 

Los arboles crecen guachos...

¡Sin presencia de una flor!

Dando al cielo azul verdor

Sin vergüenza y sin empacho

La falta de los penachos

Indica la condición

Tal vez del gaucho varón

Sea la última tropilla

Hasta que la muerte pilla

Le pida su rendición....

 

Versos de Rubén Ibero