Yo traigo de la campaña
cositas qu’he ido oservando
y aprendí a voltIar golpiando
como corte de guadaña.
Soy igual que trago ‘e caña
suave y áspero a la vez,
Nunca he mostrao el revés
porque mi rumbo es derecho.
A todo le pongo el
pecho
y la conciencia es mi juez.
Al que le cuesta boliar
la pata al yegar arriba
inconciéntemente estriba
largo del lao de montar.
Acostumbro al ensiyar
revisar bien la bajera,
oservar que la encimera
no tenga marcas ni tajo…
aunque’l recao de trabajo
se gasta en la cabecera.
Siempre he sido consecuente
cuándo me hayo entre camperos,
si aprendí en los entreveros
a escuchar y ser prudente;
No es cuestión de hincarle’l diente
pecando de atropeyao,
ni han de verme arrodiyao
aunque ya esté blanco en cana
por qué no pierdo las lana
cómo cuero agusanao.
Es importante el trabajo
pa’ andar derecho en la vida,
la falta de él es herida
sin sangre, marcas ni tajo.
No hay remedio pa’l de abajo
que luchar y arremangarse;
la cosa es no acobardarse
aunque te sientas cansao
porque’l barro pisotiao
tarda menos en oriarse.
El que presta atención crece
viendo el mundo de otro modo
y aprende a saber, que todo
no siempre es lo que parece.
Ya me ha pasao muchas veces
curando algún abichao,
teniendo un tiento cortao
mezquinarle’l cimbronazo
y por sorpresa que’l lazo
se cortará en otro lao.
Traigo de’se tiempo de ante
costumbres de’ste terreno
como de colgar el freno
siempre’n el cuarto menguante.
Quien la falta envido cante
debe plantarse a lo macho,
y aprendí desde muchacho
entre viejos camperones
de que enfrenar redomones
no es solo voltear penachos.
Y estas pocas cualidades
quizás sirven pa’ un consejo
no solo en boca de viejo
es donde se oyen verdades.
Frente a las adversidades
es donde se ve un entero.
Nunca pequé de mañero,
sé mandar y obedecer
y lo importante es saber
¡hasta donde nos da el cuero!
Versos de Lucas Aguirre