Yo he vivido a la par de la pobreza
sin embargo le estoy agradecido
porque no es la ilusión ni la esperanza
pa’l que todo le sobra porque es rico.
Estando sucio’e tierra solamente
con la conciencia limpia y con trabajo,
se puede ser muy rico simplemente
con un vaso de vino y un churrasco.
Yo no quiero un palacio con alfombras
-en su alero no cantan las calandrias-,
y en mi rancho quinchao de piso’e tierra
es más lindo escuchar una guitarra.
No le siente el sabor al vino en copa
quien no ha bebido el agua del arroyo
ni valora el fogón aquel que nunca
sintió el frío ganarse bajo el poncho.
Yo nunca renegué de mi pobreza
y siempre puse flores entre abrojos,
es muy lindo ganar cuando es difícil
y es muy triste perder… teniendo todo.
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