1
Mirá muchacho,
entuavía
pa’ mi vos sos un
potriyo,
que apenitas el
colmillo
la ve puntiando
l’encía.
Dejuramente que un día
podrás ganarme cortao.
Pues en de chico te
han dao
la mamadera ‘e la
sencia,
y a mi solo
la’esperensia
ciertas cosas me ha
enseñao.
2
Risien la guía va
echando
la planta de su saber.
Y ya querés engolver
al que sombra te está
dando.
Sos poyo de pico
blando
pa’ que peliés con puyones,
y aunque te suebran lisiones
sin galopiar
aprendidas,
en lo que’nseña la
vida
no salís d’entre
mamones.
3
Se que pa’ mucho es
mejor
tener la sencia ‘e los
libros,
pues, entre muchos
peligros
ser inorante es lo
pior.
Pero aquel que’n el
rigor
s’hizo a golpes en la
güeya,
y jue curtiéndose’n
ella
con más “picana” que
pluma,
es como la uña del
puma
que ni en el tala se
meya.
4
Y un es que quiera
decir
qu’estoy en contra ‘e
la escuela,
diande! si a mi me
consuela
mirar los que pueden
dir.
Solo te quiero alvertir
que hay dos clases de
enseñanza;
una, que solo se
alcanza
con el contino
estudiar,
y otra, qu’enseña el
andar
como galera ‘e
mudanza.
5
Yo n’esta última
aprendí
lo que’l rigor me ha
ditao,
y cuasi me he dotorao
de tanto que padecí.
Vos, en cambio, un es
así
como te juiste
ilustrando,
siempre te han ido
alumbrando
la loma que has
repechao,
y has aprendido sentao
lo que yo aprendí
rodando.
6
Por eso no corcobiés
si esto va como lisión,
pues mi saber ni al
garrón
nu ha de yegarte tal
vez
pero vos ni aunque
tenés
con lo aprendido un
tesoro.
No te me hagás tanto
el toro
sin madurar el
sentido.
Que repetir lu
aprendido
no es más que hablar
como el loro.
7
Tuito el que’s inteligente
-y vos también lo
serás-
nu hace alarde de ser
más
pa’ que lo alabe la
gente.
Va por la güeya
prudente
siempre midiendo el
hablar.
No se mete a cacariar
pa’ dárselas de
sabiondo:
la tina que muestra el
jondo
poca yubia va a juntar…
8
Pa’ que te sea
provechoso
tuito lo que has
aprendido,
demostrá que ser
estruido
lu hace al hombre
rispetuoso.
Nunca pequés de orguyoso
y acercate a la
humildá,
no seas pura vanidá,
como el pavo al
esponjarse;
que a veces, hay que
agacharse
pa’ ver con más
claridá.
9
Tratá que siempre tu
boca
de el fruto de una
enseñanza.
Yno seas pura alabanza
que’n vez de enseñar,
provoca.
Pensá que también la
roca
se pule con la marea,
y que’l hombre que se
crea
ser a tuitos superior,
suele tener cada error
que hasta un zonzo lo
bolea.
10
Sacale prenda al saber
que te alivió de salida,
pero, pensá que’n la
vida
siempre hay mucho que
aprender,
no es el asunto correr
por el apronte engañao,
el mundo es un campo
arao
pa’l que se largue sin
rienda,
y sin cáir, no hay
quien aprienda
de golpe a salir
parao.
11
Ansina a vos que’l rigor
no te ha ladiao de un
pechazo,
ni te ha pegao un
ponchazo
pa’ pruebarte en el
fiador,
no vengás voraciador
sin calcular la
distancia,
que, cuartiando a la constancia
hasta lonjiarme’l
cuadril
he yegao a ser candil
pa’l fogón de la
inorancia.
12
Por eso ti hablo
muchacho
y aunque d’esto no te
guiés,
ricordalo alguna vez
que nu es charla de
borracho.
El que de sencias jue
guacho
como él no tuvo estrución,
hecho a golpes o a
lisión
según la taba le sale;
vale mucho cuando vale
lo que siente el
corazón!
Versos de Pedro Boloqui
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