lunes, 14 de agosto de 2023

POR UN VECINO ESTROPEAO

 A un vecino fui a invitao

pa’ churrasquiar en mi casa

y al calorcito’e las brasa’

comernos un costillar,

y justo vino a pasar

lo que nunca había pasao…

“-Mi marido se ha golpeo

-nos dijo Ana a la pasada-

quiera Dios que no sea nada,

en Cemeda está internao”.

 

Allí estaba el amigazo

aguantándose el dolor

pero le advirtió el doctor,

que tiene flor de porrazo;

Tata Dios le tiró un lazo

pa’ que lo hayan encontrao…

Como cuatro horas tirao

entre el cardal de “El Arturo”…

todo por montar de apuro

un pertizo colorao.

 

Le pasó de madrugada

en la Estancia “El Mirador”,

todo por ser cumplidor

y por no hacerle asco a nada.

¿Y cómo fue la rodada?,

pregunté de sopetón.

“-He perdido la noción

y no me acuerdo de nada,

me desperté cuando estaba

maltrecho del apretón…”.

 

Coraje y fuerza en su mano,

de una rienda bien prendido,

se arrastró muy mal herido

con un dolor inhumano…

Pensó en su hijita el paisano,

su mujer, que lo esperaba,

miró el sol que despuntaba,

rogó al cielo por su suerte,

porque’se día la muerte

le pegó una costalada.

 

Es brava la quebradura,

la pelvis se partió en dos,

pero López, créanmeló

tiene fuerte la estructura…

Él se aguantó la suturas

y los clavos, soy testigo;

le deseo como amigo

pronto pueda estar de pié,

entonces lo invitaré

para ‘churrasquiar’ conmigo.

 

Versos de Jorge Alberto Castañares

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