Pago de
Samborombón,
días tres
del mes de mayo;
señor
Hilarión Carbayo,
estancias
“El Albardón”.
Con
profunda estimación
es que le
escribo paisano
deseando
que esté cercano
el día de
su visita
y espero
que esta notita
me lo
encuentre fuerte y sano.
Estas
líneas Hilarión
aparte de
saludarlo,
sirvan para
anoticiarlo
de mi nueva
ubicación;
discutí con
el patrón
don Adrián
Ceballos Montes
y pulsando
los aprontes
vi que’ra
pa’ disgraciarme
y allí
decidí largarme
buscando
otros horizontes.
Llegando al
boliche ‘e Vedia
que usté
conoce y recuerda,
vuelque con
rumbo a la izquierda
más o menos
legua y media
si es que’l
sofocón lo asedia
allí
hallará tres ombuses
y un
callejón con dos cruces
allí, tuerza
pa’l poniente
y lo ha de
dar mesmamente
al arroyo
Tacuruces.
Cruzando el
puente se topa
con un
callejón estrecho,
allí métale
derecho
como gringo
en plato ‘e sopa,
saldrá al
camino ‘e la tropa,
áhi tome de
referencia
de una
loma, la eminencia
y al borde
de la barranca
verá una
tranquera blanca,
dentre
que’sa es su querencia.
Si es que
conserva el “overo”
aquel de
oreja rajada,
creo que’n
una jornada
podrá
enfrentarse a mi alero;
lleguesé,
que aquí lo espero
como en
tantas ocasiones,
gastando
unos cimarrones
largo y
lindo prosiaremos
y entonces
retozaremos
mesmo que
dos muchachones.
Versos de Víctor
Nicolás Di Santo
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