Al mirarte en
lontananza
recortando tu
perfil
te parecés a un
candil
con una luz de
esperanza,
y al poner en la
balanza
el presente y el
pasao
me imagino que
habrá estao
bajo tu sombra
ralona:
paisano, recao,
carona
y algún criollito
gateao.
Solitario en la
llanura
contemplarás el
progreso
sin pensar que nada
de eso
ha de achicar tu
figura,
pues sos la esencia
más pura
y tu estado es
virginal,
tu semilla es
ancestral
y un hondo misterio
encierra
que aunque la tapen
con tierra
no nace ni por
casual.
Dicen viejos
pobladores
que aunque parezca
un hechizo,
después que algún
yeguarizo
como probando
sabores,
mastica chauchas y
flores
y al digerir su
semilla,
aunque no es cosa
sencilla
en nuestra bendita
tierra,
nace la planta y se
aferra
¡qué natural
maravilla!
Viejo “caldén”
centenario
vos habrás visto el
malón,
a la lanza, el
regatón
y al paisano
solitario;
fuiste con él,
solidario,
le dio sombra tu
figura;
y en el monte y su
espesura
se afirma tu recia
estampa:
¡sos el señor de la
pampa
y el patrón de la
llanura!
Versos de Carlos
Alejandro Lavigne
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