miércoles, 20 de junio de 2018

DEL MESMO PALO


De las  costas del Tuyú
truje un moro pampa viejo
gordo, lustroso el pellejo,
lo llamaba “El Tacurú”.
Guapazo para el ñandú,
conocido en las boliadas,
era pa’ las gambetiadas
como soplido de viento,
había que hacerse tiento
pa’ no cáirse en las cuerpiadas.

Cuando había asao con cuero
pa’ demostrar su destreza
saltaba sobre la mesa
sin redamar ni un salero.
No había zaino, no había overo
con que igualarlo pudieran,
ni en toda mi vida entera
hallaré otro mancarrón
que tenga su corazón
y su mirada altanera.

Hoy, que han pasado los años,
vos estás viejo y vencido;
yo estoy triste y abatido
charquiao por los desengaños;
vos te acordarás de antaño
en que eras guapo y ligero
mientras que yo, compañero,
añoro mis alegrías
que se me fueron un día
volando tras un lucero.

Te acordás mi moro viejo
del lindo tiempo pasado
cuando estabas pelechado
y lustroso como espejo.
Hoy en un box desparejo
te mezquinan la ración,
vos que fuiste un redomón
que costó un triunfo domarte
has tenido que entregarte
…lo mesmo que tu patrón.

Versos: (presumiblemente) de
Carlos María Cervetti

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