(relato)
1
“-¿A qué tiro son las
bravas?
-Dos libres y a
igualar peso;
va ver cumpa lo que es
eso
en cuanto trencen las
tabas.
La forastera se alaba
diciendo que’s pan
comido.
-Eso lo dirá el
carpido;
no vaya a créir Don
Rolón;
que contra ese
charabón
corre en tortuga un
dormido.”
2
Unos dicen que’s
robada
y otros dicen que’s
perdida.
Modos de ver en la
vida,
fe en las gurupas
sentadas.
Como una lonja
estaquiada
luce la cancha
pueblera;
los riales se hacen
coyeras
y nigún cinto s’empaca
pa’ levantar una vaca
contra la rica
estanciera.
3
La de juir es pa’
mañana
y Don Yerba de
antojao,
va a medir a su
“Alunao”
con una luz alazana;
‘tan diciendo: “pa’
mañana”
dende jinete a bagual,
plata de espuela a
pretal,
y de acordión a
guitarra,
y un gargarismo’e
chicharras
que cái del
algarrobal.
4
Se ha embanderao l’alborada
con nubes blancas y
azules
y el sol ha roto sus
tules
pa’ curiosiar la
topada.
Pulpero a carpa clavada
merca en mitá del
camino,
y a frito, pastel y
vino,
desbastando las
esperas,
los del pago y los de
ajuera
tejen la fama del fino.
5
La zurda de un entendido
se le duerme al
chamamé
y un redomón pangaré
se asienta con un
bufido.
Dende lejos han venido
jinetes, sulkys,
volantas;
un “pasao” contra la
yanta
se enderieza dende el
suelo,
y es una garza el
pañuelo
que güela de su
garganta.
6
Se molestan de a
momentos
las ofertas
trabuquiadas,
y un indio a boca
golpiada
le clava chuzas al
viento.
Güeltea un cinto, alza
un lamento
un perro dende una
lona,
y en la mesa ‘e la
carona
gringo y crioyo están
truquiando
mientras pasa al lao
cantando
dende un talón la
yorona.
7
-¿Qué tal es el de p’ajuera?
-Es ponderao en las
canchas;
le han borrao hasta
las manchas
pa’ que pueda hacer
carrera.
La fe de la rinconera
se duerme en el alazán.
-No le hace don, ayí
van
dispuestos pa’ la junción.
¡Voy cien contra el
del Rincón!
-¡Copo su antojo don
Juan!
8
¡Lindo flete el “Alunao”
y parejita su estampa,
solo le faltan las
guampas
pa’ completar un
venao!
Es un junco del bañao
trabajao pa’ parejero,
y el anca de ese
estreyero
solo un rebenque
conoce:
el que al apiarse da
el roce
de la guitarra ‘el
Mielero.
9
Guacho cayó a la
ranchada
por pintar mal pa’l
arao,
y lo alzaron bautisao
con el agua de una
helada;
como sombrita asustada
ganó poncho el
regalao,
y tiritando confiao
buscó amparo y s’hizo
oviyo
el lindo zaino potriyo
que se yamó el “Alunao”.
10
No tiene ni una
carrera
ni perdida ni ganada;
va a medirse en la
topada
con una luz de p’ajuera.
Guasuncho de la ribera
del pago sanjavielero,
tordo criao por un
islero,
corrido en los
desplayaos,
viene, ricién emplumao
a cotejar al pampero.
11
Trái dos chuzas de
malón
tijeriando en las
orejas
el puro que lo coteja
nacido y criao a
galpón;
relincha de regalón
y suavecito bracea;
la acordión lo
traquetea
y embozalao con su
polka,
a música lo remolca
el mensual que lo
cuartea.
12
Manos y patas finitas
como de gama cerrera,
igual que taza pionera
la pisada redondita;
las venas en sangre
escritas
le dibujan la pureza,
y demostrando guapeza
po entre las manos
vendadas,
las patas en las
tranquiadas
se le ganan con
limpieza.
13
Lo han tráido dende el
Rincón
como a novia delicada,
con una manta bordada
dende la clina al
garrón;
come azuca de terrón
y en la tabla del
pescuezo,
la dueña le prende un
beso
como recomendación.
14
Deposita un envainao,
palmea el encuentro al
potriyo
y a vincha se alza el flequiyo
el dueño del “Alunao”;
las vistas se han esplicao,
se acomodan los
rayeros;
quedan solo el
guitarrero
rajuñando la
encordada,
y al sol la gente
apretada
se quema a lo pan
casero.
15
Y güeno… ¿qu’iba a
invitar
el avestruz al venao?:
“¡metalé pata cuñao
que nos quieren
cotejar!”
-¡Señores: a despejar…!
-Abran cancha… ¡Se
largaron!
-¡Voy cien más al que
importaron!
-Se han apariao…
¡Oigalera!
-¡Te han apurao
rinconera…!
-¡Castigaron…
castigaron…!
16
Se conviersan enredaos
los pañuelos con las
clinas,
y pasa una golondrina
como tejiendo un
bordao.
Viene el alazán cortao
porque es de sangre y
escuela,
y es un Juan Soldao
que güela
con un tordo atrás del
ala,
centeya contra luz
mala
que crió arisca la
vigüela…
17
Castiga juerte el
Mielero
con el cabo ‘e
coroniyo,
y es una mancha el
potriyo
que se tiende en el
sendero.
-¡Oigalera al
rinconero!
-¡Pio… ju… ju… ju… lo
han bandiao!
-Naides te ataja “Alunao”!
-¡Se viene en punta el
oscuro!
-¡Ganó cumpa, está
maduro,
ya tiene guampa el
venao!
18
Lo sofrena sin rigor
ahugao por la
polvareda,
y con la mano de seda
le va sacando el
sudor.
Tiembla la voz del
cantor
en mitá de la clinera,
al decir: “la
rinconera
me obligó a bajarte el
brazo.
¡Perdón por el
rebencazo
que en el anca te
prendiera!”
19
La tarde se va
muriendo
engüelta a grito y
guitarra.
‘tan yorando las
chicharras
al sol que se va
perdiendo.
La gente los va siguiendo
a jinete y parejero,
y el corazón del
islero
dice sintiendo un
lonjazo:
“¡perdón por el
rebencazo
mi lindo flete
estreyero!”
Versos de Julio
Migno
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