lunes, 4 de junio de 2018

EL REBENCASO...


               (relato)
1
“-¿A qué tiro son las bravas?
-Dos libres y a igualar peso;
va ver cumpa lo que es eso
en cuanto trencen las tabas.
La forastera se alaba
diciendo que’s pan comido.
-Eso lo dirá el carpido;
no vaya a créir Don Rolón;
que contra ese charabón
corre en tortuga un dormido.”
2
Unos dicen que’s robada
y otros dicen que’s perdida.
Modos de ver en la vida,
fe en las gurupas sentadas.
Como una lonja estaquiada
luce la cancha pueblera;
los riales se hacen coyeras
y nigún cinto s’empaca
pa’ levantar una vaca
contra la rica estanciera.
3
La de juir es pa’ mañana
y Don Yerba de antojao,
va a medir a su “Alunao”
con una luz alazana;
‘tan diciendo: “pa’ mañana”
dende jinete a bagual,
plata de espuela a pretal,
y de acordión a guitarra,
y un gargarismo’e chicharras
que cái del algarrobal.
4
Se ha embanderao l’alborada
con nubes blancas y azules
y el sol ha roto sus tules
pa’ curiosiar la topada.
Pulpero a carpa clavada
merca en mitá del camino,
y a frito, pastel y vino,
desbastando las esperas,
los del pago y los de ajuera
tejen la fama del fino.
5
La zurda de un entendido
se le duerme al chamamé
y un redomón pangaré
se asienta con un bufido.
Dende lejos han venido
jinetes, sulkys, volantas;
un “pasao” contra la yanta
se enderieza dende el suelo,
y es una garza el pañuelo
que güela de su garganta.
6
Se molestan de a momentos
las ofertas trabuquiadas,
y un indio a boca golpiada
le clava chuzas al viento.
Güeltea un cinto, alza un lamento
un perro dende una lona,
y en la mesa ‘e la carona
gringo y crioyo están truquiando
mientras pasa al lao cantando
dende un talón la yorona.
7
-¿Qué tal es el de p’ajuera?
-Es ponderao en las canchas;
le han borrao hasta las manchas
pa’ que pueda hacer carrera.
La fe de la rinconera
se duerme en el alazán.
-No le hace don, ayí van
dispuestos pa’ la junción.
¡Voy cien contra el del Rincón!
-¡Copo su antojo don Juan!
8
¡Lindo flete el “Alunao”
y parejita su estampa,
solo le faltan las guampas
pa’ completar un venao!
Es un junco del bañao
trabajao pa’ parejero,
y el anca de ese estreyero
solo un rebenque conoce:
el que al apiarse da el roce
de la guitarra ‘el Mielero.
9
Guacho cayó a la ranchada
por pintar mal pa’l arao,
y lo alzaron bautisao
con el agua de una helada;
como sombrita asustada
ganó poncho el regalao,
y tiritando confiao
buscó amparo y s’hizo oviyo
el lindo zaino potriyo
que se yamó el “Alunao”.
10
No tiene ni una carrera
ni perdida ni ganada;
va a medirse en la topada
con una luz de p’ajuera.
Guasuncho de la ribera
del pago sanjavielero,
tordo criao por un islero,
corrido en los desplayaos,
viene, ricién emplumao
a cotejar al pampero.
11
Trái dos chuzas de malón
tijeriando en las orejas
el puro que lo coteja
nacido y criao a galpón;
relincha de regalón
y suavecito bracea;
la acordión lo traquetea
y embozalao con su polka,
a música lo remolca
el mensual que lo cuartea.
12
Manos y patas finitas
como de gama cerrera,
igual que taza pionera
la pisada redondita;
las venas en sangre escritas
le dibujan la pureza,
y demostrando guapeza
po entre las manos vendadas,
las patas en las tranquiadas
se le ganan con limpieza.
13
Lo han tráido dende el Rincón
como a novia delicada,
con una manta bordada
dende la clina al garrón;
come azuca de terrón
y en la tabla del pescuezo,
la dueña le prende un beso
como recomendación.
14
Deposita un envainao,
palmea el encuentro al potriyo
y a vincha se alza el flequiyo
el dueño del “Alunao”;
las vistas se han esplicao,
se acomodan los rayeros;
quedan solo el guitarrero
rajuñando la encordada,
y al sol la gente apretada
se quema a lo pan casero.
15
Y güeno… ¿qu’iba a invitar
el avestruz al venao?:
“¡metalé pata cuñao
que nos quieren cotejar!”
-¡Señores: a despejar…!
-Abran cancha… ¡Se largaron!
-¡Voy cien más al que importaron!
-Se han apariao… ¡Oigalera!
-¡Te han apurao rinconera…!
-¡Castigaron… castigaron…!
16
Se conviersan enredaos
los pañuelos con las clinas,
y pasa una golondrina
como tejiendo un bordao.
Viene el alazán cortao
porque es de sangre y escuela,
y es un Juan Soldao que güela
con un tordo atrás del ala,
centeya contra luz mala
que crió arisca la vigüela…
17
Castiga juerte el Mielero
con el cabo ‘e coroniyo,
y es una mancha el potriyo
que se tiende en el sendero.
-¡Oigalera al rinconero!
-¡Pio… ju… ju… ju… lo han bandiao!
-Naides te ataja “Alunao”!
-¡Se viene en punta el oscuro!
-¡Ganó cumpa, está maduro,
ya tiene guampa el venao!
18
Lo sofrena sin rigor
ahugao por la polvareda,
y con la mano de seda
le va sacando el sudor.
Tiembla la voz del cantor
en mitá de la clinera,
al decir: “la rinconera
me obligó a bajarte el brazo.
¡Perdón por el rebencazo
que en el anca te prendiera!”
19
La tarde se va muriendo
engüelta a grito y guitarra.
‘tan yorando las chicharras
al sol que se va perdiendo.
La gente los va siguiendo
a jinete y parejero,
y el corazón del islero
dice sintiendo un lonjazo:
“¡perdón por el rebencazo
mi lindo flete estreyero!”

Versos de Julio Migno

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