(1884 / 1979)
Para
Don Pablo González
abuelo’e
la tradición,
le
canto de corazón
a
sus camperos modales.
Criollo
como los zorzales,
servicial
como las brasas,
lo
va diciendo su traza
y
para gloria mayor
lo
trajo al mundo el creador
en
el Día de la Raza.
Gaucho
hasta los caracuces
no
tiene revés pa’ nada,
y
si hay alguna topada
entre
hombres que no se entienden,
él
interviene y defiende
y
todo queda en la nada,
porque
su palabra honrada
vale
más que un rebencazo
y
si hace un tiro de lazo
no
se enrieda con la armada.
Usando
su chiripá
representa
a lo de antaño.
Él
pasa feliz los años
en
donde quiera que está.
Habla
con toda lealtá,
no
hace alarde matón;
montao
en su redomón
sale
al tranco y sin apuro
y
estribando bien seguro
lo
admira la población.
Su
rancho es nido de hornero
por
lo fuerte y bien formao,
y
si hay algún despilchao
lo
salva del aguacero;
fresco
en los meses de enero
y
abrigao en el invierno,
y
hay un consejo paterno
que
siempre alivia los males:
ese
es Don Pablo González
que
pa’ nosotro’es eterno.
Versos
de Abel
María Álvarez
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