Este es
un bayo, potrillo
muy flauchín
y chicuelón,
al que
por esta razón
muy pocas
veces ensillo.
2
Aunque nacido
en la estancia
es de
origen correntino:
de allí
su aspecto mezquino
y la
falta de arrogancia.
3
¿Qué
quiere? El criollo de allí,
aunque de
nervio y aguante,
parece
insignificante
al lado
de los de aquí.
4
No hallará
hueso ni alzada
(Y usted
no ignora estos datos)
en los
campos sin fosfato
de la
provincia citada.
5
¡Por favor,
no me denigre
a mi
apero a la entrerriana!
con sus
estribos campana
y su
carona de tigre.
6
Pues por
conservar su estilo
uso hasta
cincha de piola.
Bajo del
garrón la cola
y el
cojinillo de hilo.
7
También
notará el pretal
tan usado
en la región,
que sin él
no ensilla el peón
¡ni para
ir hasta el corral!
8
Mi basto
es de cabezadas:
típico
también de allí.
Y parecido
al que aquí
se usó en
épocas pasadas.
9
No ha de
gustarle tampoco
el
sobrecincha que ve.
¡Allá
en la estancia de usted,
si
lo usara, lo creen loco!
10
Y
¿qué dice del fiador
que
en lugar del bozal llevo?
¡Yo no
las voy con lo nuevo,
lo “antigua”
es mucho mejor!
11
Mi chambergo
es de alta copa.
Es propio
de aquellas zonas.
Lo mismo
el par de lloronas.
Y, por
fin, toda mi ropa.
12
Esperando
encuentra a gusto
la
presente explicación,
lo abraza
hasta otra ocasión
su amigo
y colega:
Justo.
Versos de
Justo P. Sáenz (h)
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