en una reunión
como ésta,
yo empiezo a’gachar
la cresta,
pa’ no entrar a
padecer…
En cuestiones
del querer
soy como el tiento
sobao,
y como ya me han
boliao
en más de una
correría,
disparo del agua
fría
mesmo que gato
escaldao!
Me basta con que
unos ojos
de mujer
enamorada
me endilguen una
mirada,
ya me tienen a
su antojo.
Tengo pa’ mi
mal, muy flojos
los garrones del
amor;
siempre me faltó
valor
pa’animarme a
una gambeta,
y al entrar a
una carpeta
nunca salí
ganador.
Una me encerró
en su brete
sin tiempo a
pedir socorro;
me tuvo como a
cachorro
que se engaña
con chupete.
Era linda como
un flete
pa’entrar en
cualquier porfía,
pero pa’
desgracia mía,
que otra pena no
se iguala,
ella… me salió más
mala
que chorizo’e
pulpería!
Dispués que se
saborió
como en res
muerta un carancho
y que viviendo
en mi rancho
hasta en carnes
aumentó,
la endiablada
levantó
vuelo con otro
palomo…
Hay que darse
cuenta cómo
me dejó viejo y
flaquito…
mucho más viejo…
y finito…
que cinchón de
mayordomo!
Autor
Desconocido
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