Señor Cirilo Castillo:
Querido cumpa,
quisiera
que cabrestiase la
overa
y traiga sus
doradillos.
En los “Montes del
Tordillo”
estoy, cumpa, de’ncargao
y ando muy
descaballao,
y pasan de mil
terneros;
pa’ peor los zainos
overos
están recién
enfrenaos.
Le diré que a los
gateaos,
esos de la baya overa,
los tiene ‘El Zurdo’
Contreras
-van pa’ dos años-,
prestaos,
Y el gusano me ha
dejao
solo tres, de diez
picazos;
pero esto no viene al
caso
y allá voy derecho al
grano:
quiero verlo al
orejano
en la yapa de su lazo.
Viera mi patrón,
compadre,
de revés y de derecho
lo dejo más satisfecho
que ternero de dos
madres.
Y no crea que es
alarde
lo que yo aquí
desembucho:
nacido por Ayacucho
un tal Rufino Taboada
pa’ enlazar con
llamaradas
hasta yo le tengo
chucho.
Bueno, ya sabe la
fecha;
áhi le detallo el
paraje:
serán dos días de
viaje
si el calor no lo
repecha.
Busque, cumpa, la
derecha,
deje a la zurda el
Salao:
verá un rancho colorao
y doce zainos overos;
allí anida un surero,
Claudio Nicandro
Alvarao.
“-Acepto, cumpa, Alvarao
y salgo esta mesma tarde;
saludos de la comadre,
besos del “Ruano”, su ahijao.
Llevo dos lazos trenzao
y catorce doradillos
y aunque estoy medio tordillo
gozo de buena salú.
Su cumpa de Chascomús:
Julián Cirilo Castillo.”
Versos de Julio
Secundino Cabezas
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