Hace ya muchos años, el maestro Don Carlos Moncaut (con quien compartíamos la admiración por la obra de Don Justo Sáenz), me obsequió varias fotocopias de versos y cartas escritas de su puño y letra. Entre ellas, esta que refiere al "malacara tuerto". Con mucha paciencia, y tras muchas leídas, fui descifrando estrofa a estrofa, pero... en la tercera me quedaron dos palabras sin poder descubrir.
Copio el verso, y al pie del mismo adjunto la cuarteta en cuestión, en una de esas, algún lector puede ver lo que yo no he visto.
Animales he tenido
y animales se me han muerto
pero el que más he sentido
es mi malacara tuerto.
Era animal voluntario
mansito y de güen andar
su fin nunca se le vido
poniéndolo a galopiar.
Cuando lo …… pasmau
…………. á Olavarría
¡Treinta leguas, pelo a pelo
s’hizo mi pingo ese día!
¡Pobre malacara tuerto
juiste flete más que güeno!
Con vos, fácil se boleaba
un avestruz bajo el freno.
¡Si me habrá sacau de apuros
cuando a poblar me metí
en esos campos desiertos
pa’ este lao de Guaminí!
Y ricuerdo que una güelta
me corrieron los infieles
dende el Médano Partido
a los Catorce Jagüeles…
Una tras otras, las pilchas,
las juí largando en la juida.
Con eso y la ayuda ‘e Dios
conseguí salvar la vida.
Otra vez qué iba de chasque
pa’ la estancia ‘e Centurión
me salió una indiada grande
al cruzar un cañadón.
¿Cómo sabrán las sospechas
que se le han confiao a Usté?
Me dije -buscando el rumbo
del pueblito ‘e Tapalqué.
Ái lo largué al malacara
y salimos como tromba…
Esa tarde, a la oración
estaba en Fortín Estomba…
Señores: con todos hablo
y tengánlo por muy cierto.
¡Que jamás tuve un caballo
como el malacara tuerto!
(15/Mayo/58)
Versos de Justo P. Sáenz (h)
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