Si nunca fui
cuidador
no es porque me
hayan faltao
recursos pa’ ser
mentao
como soy de
payador.
Si no fui
compositor
de renombre en el
metier
la experiencia me
ha hecho ver
que al caballo hay
que amansarlo
y con paciencia
enseñarlo
antes de echarlo a
correr.
Nunca lo deje
porfiar
pa’l lao que él
quiera dar vuelta,
tornéelo de rienda
suelta
pa’ así no hacerlo
enojar;
acostúmbrelo a
mirar
de frente en el
partidero
y pa’ no hacerlo
mañero
no lo apure si es
fogoso
pa’ que mansito y
mimoso
aprienda a ser
parejero.
Y ha de darme la
razón
el que continuo ha
cuidao
que el caballo a
campo a criao
no quiere mucho
galpón;
con paciencia y con
tesón
he’cho mis
observaciones,
que si un pingo en
sus acciones
al partir en falso
estriba,
seña es que afloja
de arriba
o es duro de los
garrones.
Mas verde y rocío
ha de dar
cuando el grano no
le quiebre
pa’ preservarlo’e
la fiebre
y no dejarlo
empachar;
contémplelo
al racionar
si
el máiz seco no estuviera
y
por si no lo supiera
bueno
es que aprienda y se acuerde,
que
mucha cebada verde
lo
aluna y le da dentera.
Y
sabe cualquier chambón
sin
que nunca haiga cuidao
porque
a caballo apestao
se
tiene a media ración,
pero
eso es otra cuestión
frente
a un chapino maceta
aunque
le encebe las grietas
puede
aflojar de otro lao:
de
la cuerda, del candao,
del
nudo o de la paleta.
Observe
pacientemente
cuando
algún floreo le da
la
acción y la voluntad
que
le nota al día siguiente;
si
gordo y pesao lo siente
las
energías no le melle
despacio,
no lo atropelle,
al
trote y al tranco alcanza,
métale
al agua a la panza
y
déjelo que resuelle.
Cuando
más corto es el trecho
más
firme será el trabajo
que
el que aligera de abajo
tiene
a ganar más derecho.
El
trabajarlo en repecho
no
ha de servirle pa’ nada
dele
temple en la pisada
que
pique y corra parejo
que
el repecho no es más lejos
pero
acorta la brazada.
Mucho
cepillo y rasqueta
le
da escozor en el cuero
ni
es pa’ todo parejero
el
morral ni la trompeta.
Tiene
más de una receta
que
analizar el que cuida
si
un comilón, la comida
la
babosea inapetente
suele
dolerle algún diente
o
tener alguna herida.
Cuando
lo note erizao
como
si tuviera frío
olfateándose
el vacío,
perezoso
y desganao,
camínelo
desmontao
con
maneador del bozal
que
al írsele yendo el mal
observándolo
con celo,
va
a conocer por el pelo
el
estao del animal.
Mucho
reló’ no le atraque
ni
lo apure en el trabajo
que
puede tirarlo abajo
o
acarrearle algún achaque;
mucha
punta no le saque
que
lo pone acobardao,
y
no lo tenga cansao
pa’
que más rinda y resalte:
siempre
es mejor que le falte
antes
que corra pasao.
Si
cuando lo sacudió
pa’
prenderle los cartuchos,
liviano
y corriendo mucho
a
su parecer lo vio,
consulte
con el reló’
y
si es que el tiempo ladino
‘ta
de acuerdo con su tino
córralo
con fe y confianza,
que
el amor y la esperanza
se
juegan en el camino.
El
tiempo con la experiencia
es
quien sasona las cosas
las
hace claras y hermosas
llenas
de luz y de ciencia;
mi
vocación y mi creencia
me
hicieron poeta y cantor
pero
con el mismo amor
que
pongo en lo que más quiero,
cuidaría
mi parejero
si
fuera compositor.
Versos
de Clodomiro
Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario