Con
medio de siglo llevando
guitarra
y versos a cuesta
soy
como un sol que se acuesta
pero
que sigue alumbrando.
Lo
que he sembrado cantando
lo
recogí en emociones
y
el fruto de mis canciones
son
espigas de amistad
e
hice un altar de humildad
en
todos los corazones.
De
que soy fruto maduro
mi
presencia lo atestigua,
soy
mojón de patria antigua
en
un siglo de futuro.
Soy
de estirpe de indio puro
por
varias generaciones
y
mis gauchas convicciones
en
esta advertencia queda
que
sostendré mientras pueda
afirmarme
en los garrones.
Por
eso al tranco de viejo
no
apuro mi caminata
fuego
lento no arrebata
y
asa el costillar parejo.
Despacio
se llega lejos…
yo
cumplí con mi destino
y
ya viejo yo me inclino
igual
que sauce llorón,
soy
los mesmo que un mojón
que
está indicando el camino.
En
cualquier atropellada
ni
reculo ni me agacho ,
soy
palenque de quebracho
que
aguanta cualquier sentada.
Tengo
el alma bien templada
y
al que quiera esta carrera
copármela
desde afuera
va
este consejo entre otro:
lazo’e
seis y bota’e potro
no
son pa’ que use cualquiera.
Y
aquí dejo la experiencia
de
casi setenta inviernos
y
espero el descanso eterno
sin
más juez que mi conciencia.
Solo
dejaré de herencia
la
honradez de lo vivido
y
al fin de mi recorrido
como
el árbol, moriré
sin
fuerza, pero de pie,
en
guardia: no estoy vencido.
Versos
de Juan
José García
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