Primero, no quise ser
más tampoco atrás
quedar
porque voy a conversar
del platero en su
quehacer.
Es artesanía, a mi ver
de paciencia y
delicado
debe estar bien
abocado
en un trabajo pedido
para quedar bien
cumplido
y seguir acreditado.
Da principio a la
fundida
del metal a utilizar
y después, el estirar
con espesor, y medida;
la herramienta
consabida
para su obra aplica
como el buril, que
repica
cuando el martillo
golpea
y al cincelao que
desea
de motivos lo salpica.
En cuestión de
monograma
es tarea complicada
cuando son
entrelazadas
las letras que
desparrama,
no se entrega, busca
trama
hasta encontrar lo
buscado
y ya en el momento
dado
empieza con la calada
con sierra fina
afilada
para dar por
terminado.,
Cuchillos, dagas,
facones,
distinguido
esterillado
al igual que
galloneados
de distinta
dimensiones.
Rastras, espuelas,
botones
para adornar tiradores,
freno’e copas,
pasadores
de los llamao ‘anillitos’
como también ‘barrilitos’
y pretales lucidores.
Todo trabajo hecho a
mano
-no se usa maquinaria
crisol si, por
necesaria-
y en la mente hace un
plano.
Por eso que aquí
desgrano
con toda satisfacción
franca felicitación
pa’l ingenioso platero
que’s además heredero
de un arte, que’s
tradición.
También quiero conversar
los méritos del
soguero
que sabe estaquear un
cuero
hasta parejo quedar
después de dejarlo
orear
asegún va precisando
los cortes le va
sacando
y a su modo lo lonjea,
y después lo macetea
hasta que se van
sobando.
Es el primer paso dado
de esa criolla
artesanía
con que se pasa los
días
de soguerío rodeado,
lezna y cuchillo
afilado,
lonja’e potro y va
sacando
tientos que irá
desvirando
con mucho pulso y
soltura
y pa’ iniciar la
costura
bien en línea, va
ojalando.
Hace costuras
sencillas
que de un tiento puede
ser,
como de más, para ver
la llamada ‘de
esterilla’;
en botones,
¡maravillas
para poder apreciar!,
desde que empieza a
formar
la armadura, bien
medida
pa’ seguir la retejida
y un botón pluma
acabar.
Cinchas, pegual,
encimeras
con sus dos fuertes
correones,
y para aguantar
tirones
bien reforzada
asidera;
cabezada y rienda
entera;
maneas, cabrestos,
bozales,
frenteras con
iniciales
o un motivo campero
son creaciones del
soguero
sin que se vean dos
iguales.
¡Qué bozales estoy viendo!
Pa’ palenquear,
atadores
de cuero, de los
mejores
pa’ que no vayan
cediendo,
el uso los va poniedo
suaves como tabaquera,
son de una escuela
soguera
sin ninguna discusión
desde el ajustao botón
a la fuerte cogotera.
Aquí voy a terminar
mi segunda explicación
pa’ que se tenga
noción
de qué quise destacar
además, quiero aclarar
con un respeto elevado
de que soy aficionado
a los trabajos en
cuero
porque me crié entre
sogueros
y de ellos… algo he
logrado.
Versos de Rodolfo
Nicanor Kruzich
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