Hoy
se me dio por pensar
en
las cosas del pasau
mientras
me hayaba sentau
y
comenzaba a matiar,
cuando
empezó a castigar
lluvia
y viento sobre’l rancho,
y
a lo largo y a lo ancho
se
tupía el aguacero,
mientras
gritaban los tero’
peliando
con un carancho.
Y
se vinieron cayau
los
recuerdos en tropel
y
me ví en el tiempo aquel
en
los clinudo’ sentau;
me
vi en más de un reservau
en
una fiesta campera,
con
los basto y la encimera
y
lo imaginé al que anima
anotando
pa’ las clina’
o
pa’ la grupa surera.
Me
vi entre la polvadera
de
potros en el corral
con
maneas y bozal,
desvasador
y tijera,
pa’
voltiarles la clinera
y
después de bien soguiau’
acomodar
el recau,
atarlos
corto en el palo
y
asegurar -si son malo’-
cincha,
estribos y bocau.
Recordé
la madrugada
cuando
el trote del nochero
salía
por el potrero
mientras
blanquiaba la helada,
con
las manos escarchada’
hasta
juntar las lechera’,
desfilaban
las overa’
derecho
al farol nochero
entre
un balar de ternero
empujando
la tranquera.
Y
recordé esa mañana
-mientras
seguía el aguacero-
hasta
‘el turco’ de los cuero’
que
son su chata liviana
compraba
cerdas y lana
y
algún encargue traía,
que
más de una vez le hacía
la
gente de aquel paraje
y
así se ahorraban el viaje
de
galopiar medio día.
Y
como no tiene freno
ni
mordaza el pensamiento
dejé
que lo lleve el viento
esperando
el tiempo bueno.
Hasta
que por áhi un trueno
me
hizo volver del pasau…
y
al ver el mate chorriau
lo
imaginé en contrapunto
lagrimiando
los dos junto
recordando
lo pasau.
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