Es que amaneció lloviendo
y
hay tarea que cumplir,
vaquillonas
por parir,
tiempo
de andar recorriendo;
en
poco iremos saliendo,
comió
el moro su ración,
mi
recao pa’ la ocasión
con
cacharpas lo he armao,
el
día será rigoreao
me
apronto pa’ la junción.
Por
no cargar encerao
unas
bolsas me pondré,
dos
bombachas calzaré
así
no andaré mojao;
un
torcido he cargao
ideal
pa’ estos quehaceres,
en
la maleta, enceres
y
alguna medicación,
jeringa
pa’ una inyección,
que
no falten menesteres.
Bien
requitao el sombrero
pa’
que corra lindo el agua,
si
por el cuello desagua
bien
apretao el pañuelo;
así
encontré consuelo
capiándolo
al temporal.
Al
perro por un casual
lo
viá dejar encerrao,
es
trabajo delicado…
sabrá
perdonarme igual.
Ya
por el potrero entrando,
inquieta
una vaquillona
la
sacamos de una loma
al
dir reparo buscando,
despacio
se fue arrimando,
sin
apuro, con certeza
aproveché
su sorpresa
y
de payanca y cimbrando
mi
torcido le jue entrando,
de
su armada quedó presa.
El
ternero no está hinchao,
eso
es llegar a tiempo,
y
aproveché al momento
la
flema haberle limpiao,
con
dos tientos le he atao
las
manitos asomando
y
despacito tirando
la
cabecita salió
y
áhi la madre lo sacó
como
dios manda… pujando.
La
placenta salió afuera
ya
las manos me limpié,
de
las patas lo tomé
pa’
que la flema escupiera,
aunque
fue su vez primera
la
vaquillona tranquila
a
su cría la vigila
pa’
irla reconociendo,
despacio
la irá lamiendo
y
ella así, se despabila.
Llevando
al moro de tiro
despacito
me alejé
y
al lazo lo arrastré
así
lo sucio retiro;
una
vez seco, lo estiro
y
lo ensebo con jabón
quedando
así correntón
para
cuando lo precise,
son
mis modos y así quise
contarlos,
en la ocasión.
Es
mi vida de mensual,
paso
el día recorriendo
y
de a caballo cumpliendo
con
libertá de bagual;
mi
suerte no tiene igual,
solo
ante Dios yo me inclino,
él
bendice mi destino,
yo
a la vida rindo honor:
grita
mi sangre el clamor
de
haber nacido argentino!
Versos
de Beto
Iriart
(sobre
un relato de Abel González)
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