Siento un profundo dolor
al recordar aparcero
mi machazo parejero
que fue mi más puro amor.
Jamás hubo otro mejor
y en la cancha que pisaba
con recelo se miraba
a mi
ruano escarceador.
Un chapeado de mi flor
mi bravo flete lucía
y donde él aparecía
despertaba un gran rumor.
Con él no había temor
de perder, si se jugaba,
ni quien le pusiera traba
a mi
ruano escarceador.
Mil triunfos en el amor
tuve con mi lindo pingo
y no pasaba un domingo
sin enseñar su esplendor.
Nada más halagador
había para mi estrella
que atarle un cinta bella
a mi
ruano escarceador.
Tampoco era de lo peor
para ordenar una hacienda
y en la más dura contienda
demostraba su valor.
Hasta gané con honor
un tirador de oro y plata
debiendo cosa tan grata
a mi
ruano escarceador.
Más la envidia de un traidor
hizo girones mi alma
robándome dicha y calma,
todo mi orgullo y primor;
sin que le causara horror,
gozando del mal ajeno
dio muerte con un veneno
a mi
ruano escarceador.
Autor
Desconocido
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