Más de una
ocasión quedamos
con mi
amigo Iyazuiré
sin plata y
con poca fe
y a pionar “nos
rebajamos”;
una vez nos
conchabamos
por día, y
pa’ remediar,
y unos pesitos
juntar
en cerrada
economía
sin dir a
la pulpería
pa’ no
beber ni jugar.
2
Allí, como
en toda estancia,
a lo chajá
madrugaban
y,
ocasiones, nos mandaban
por días y
a gran distancia;
campos había
en abundancia,
leguas de
un puesto hasta el otro,
mucha vaca,
mucho potro,
mucha y muy
güena invernada,
mucha sarna
en la majada
pa’entretenernos
nosotros.
3
Se amolda
el pobre paisano
a la más
dura tarea,
curvo sobre
la batea
en tiempos
de cura a mano;
en cuanto
acaba el verano
ya comienza
la “chorrera”
y, aunque
gran sarna no hubiera,
siempre hay
oveja “picada”…
Pasar l’última
majada
y empezar
por la primera…
4
En cuanto
la mosca empieza
s’extienden
las gusaneras;
si se curan
diez bicheras,
cien se
llenan de queresas.
Hay zonas
que se tropieza
con mayor
dificultá.
Es una
barbaridá
lo que’n
esto se trabaja;
apenas uno
se baja
come,
ensilla y ya se va.
5
Mil veces,
de noche oscura
vuelve el
pión, muerto’e cansáo,
con algún
cuero terciáo
sobre su
cabalgadura;
por estaquiarlo
se apura,
pues tiene
que madrugar,
y sin
lavarse y matiar,
si pa’ese
trajín no hay pión
pica leña
pa’l fogón
y hace a
veces de cenar.
6
No hay
tregua pa’l pobre pión
con sol,
con viento o garuga
se acuesta
tarde y madruga
siempre con
igual tesón;
si se güelve
remolón
pronto güela
del conchabo.
Ha de ser
vago o esclavo,
su destino
está marcáo:
pa’l pértigo
o pa’l aráo
pero
siempre clavo y clavo.
7
Menos mal
que nos dejaban,
en algunas
ocasiones,
tropiar en
los redomones
en cuanto
corriente estaban.
Ya pocos
acostumbraban
sacar al
camino rial,
ande s’entrega
el bagual
como si
escuchara a Dios,
y uno queda
de “che y vos”
con el más
perro animal.
8
Volver a la
pulpería,
marchar atrás
de una ganáo,
cruzar
pagos enrabáos…
mentira nos
parecía.
En nosotros
s’encendía
liberto
instinto salvaje
y,
borrachos de paisaje,
en la
campiña tendida
nos
acercaba la vida
mujeres y
beberaje.
9
Mas yo
recordaba al pión
en su
eterno trajinar,
con sueño,
de madrugar,
y sin fe en
el corazón.
También al
criollo patrón
que’s a
veces envidiáo,
sin pensar
que ha trabajao
a lo negro
y ’ende chico.
Si el
trabajo lo hizo rico,
Dios lo
ayude… si jué honráo!
10
La estancia
es vida oriental,
aunque’l
que’n ella pionó
de niño se’sclavizó
de una
manera brutal.
La quiero
porque al bagual
libre,
matrero y fogoso,
dominé, en
el anchuroso
escenario
de su ayer.
…aunque
alguna suele haber
con origen
vergonzoso.
Versos de Wenceslao Varela
(uruguayo)
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