Pa’ divertirse en la yerra
varios vecinos han cáido
que pa’eso ya se ha tráido
la manada de la sierra.
Ya dentran a cáir por tierra
los animales primeros,
se oyen los gritos camperos
y las argollas que zumban
y en medio’el corral se tumban
vaquillonas y terneros.
De volcao, pialan algunos,
sobre’l lomo tiran otros,
pa’ dispués dejan los potros
y empiezan con los vacunos.
En los piales oportunos
van cáindo los orejanos,
sale el lazo de las manos
como delgada culebra
y la caña y la ginebra
va entonando a los paisanos.
Y de contarles no dejo
lo que pasó al mediodía
cuando la gente seguía
pialando duro y parejo:
puerta’fuera estaba un viejo
con una tremenda tranca,
le echaron una potranca
que enderezó pa’ su lao
…por no revoliar mamao
le hizo un tiro de payanca.
Buscó el hombre su acomodo
y al pasar el animal
pudo dirigir el pial
haciéndolo de tal modo
que así, mamadazo y todo,
le juntó las dos ranillas,
medio se jue de costillas
y ande’l tirón dio la yegua,
¡lo aventó como a una legua
al viejo, entre unas gramillas!
Al ver la tranquera abierta,
ya la yerra terminada,
hizo punta la manada
y empezó a ganar la puerta.
La playa quedó desierta
después del último pial;
jue su lazo cada cual
prolijamente enrollando
y una catanga zumbando
volaba sobre’l corral.
Autor desconocido
(Sospecho que estas décimas pueden ser de la autoría de Rafael Bueno.
Si algún lector le conoce al autor, “¡chiflen!”)
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