1
Pa’
vos, paisano campero
que
un domingo te marchastes
y
a nosotros nos dejastes
porque
te ha tocau primero.
Desde
tus pagos raucheros
saliste’en
último viaje,
en
nombre del paisanaje
algo
te quiero escribir
y
que puedas recibir
mi
verso, como homenaje.
2
Pienso
que’n este momento
ya
estarás en un fogón
explicando
a la reunión
cuales
serán tus intentos;
ya
andarás en movimiento
escarbando
los tizones
porque
tuviste intenciones
hasta
en el último aliento,
ese
espíritu que adentro
te
mantuvo a los tirones.
3
Te
la llevaste grabada
del
“rosillo” el “Don José”
el
domingo en Tapalqué
de
la última jineteada;
el
último’e tu caballada
que
vos lo pudiste ver
como
cosa de no creer
tu
nieto lo jineteo
y
el abuelo lo aplaudió
porque
lo pudo vencer.
4
Allá
andarás revisando
lugar
pa’una jineteada,
pienso
que habrá caballada
y
jinetes descansando;
habrá
otros organizando
porque
se fueron primero,
yo
estoy soñando y espero
y
hasta le agradezco a Dios
si
hallas el “Noventa y dos”
símbolo
“Lomo de Acero”.
5
Cada
vez que suba a un palco
y
divise los palenques
te
he de imaginar presente
en
tu “colorau” al tranco,
áhi
gritaré: “No fue manco
el
paisano Don Arturo
que
a más de cuatro en apuro
les
supo tirar la cuarta;
mientras
yo tenga garganta
me
han de escuchar, te aseguro”.
6
Llegando
a tu jineteada
si
estabas embozalando
ya
en la parrilla, esperando
había
una paleta asada;
siempre
un grito de pasada
te
tuvimos que escuchar,
pa’
algunos, era aguantar,
a
mí siempre me hizo bien,
se
darán cuenta recién
cuánto
nos quiso enseñar.
7
No
llevabas al palenque
los
caballos chimanguiaos,
con
tres picos, bien tuzaos,
con
rasquetas, relucientes;
te
llamaban imponente
porque
imponías tu saber,
yo
que te supe entender
hoy
es mía tu gritada,
lo
mío no valdrá nada
pero
te viá a defender.
8
Pa’
que no diga la gente
te
seguí por conveniencia,
te
seguí por inteligencia
por
ser paisano decente,
pa’
mi fuiste un palenque
donde
aprendí a cabrestear,
nunca
me puedo olvidar
lo
que anduve de tu mano
pa’
que sepan los paisanos
aprender
a valorar.
9
Nos
queda resignación
de
que mucho no sufriste,
casi
en la doma moriste,
fue
en tu vida, tu pasión;
te
llevaste en el cajón
las
pilchas que más querías,
tu
familia lo sabía
que
honrabas la vestimenta,
que
ser gaucho no se inventa
ni
se forma en cuatro días.
10
Solo
he querido cumplir
pero
me he quedao muy lejos,
no
pienses de que te dejo,
siempre
te voy a seguir.
Alguno
te irá a decir
si
me gana en la partida,
que
yo sigo en esta vida
acordándome
de vos
pidiéndole
a Tata Dios
te
cobije la guarida.
Versos
de Tomas
“Mayo” Gogorza
No hay comentarios:
Publicar un comentario