1
He visto muchas tropillas
andando entre mi gauchaje,
distinta marca y pelaje…
redomones y de silla;
y entre tanta maravilla
que pisa el suelo argentino,
por más que anduve caminos
la que vi de mejor mano
fue una’e pelo tobiano
de un hombre llamao Balbino.
2
De capa color overo,
negra y blanca… bien pareja;
desde la cola a la oreja
tienen adornao el cuero.
Tobianos… si, compañero
y muy bien seleccionados,
como si fueran pintaos
por la noche y por la luna.
¡Pa’l dueño esa es la fortuna
que muchos le han codiciao…!
3
Ande el cencerro se hamaca
se arremolinan los fletes
y cuando silba el jinete
todos juntitos se atracan;
dando una vuelta… los saca
como agarraos al pegual,
demostrando cada cual
la pacencia de ese criollo
que vive cerca el arroyo
por los pagos de Vidal.
4
Al notarlos avanzar
llamaos por el tintineo
me hago de cuenta que veo
un cuadro para almirar…
pues le han sabido cortar
la cola al maslo, pareja
y un buen lustre que refleja
de la rasqueta el trabajo
con un tuse de arco bajo
desde la cruz a la oreja.
5
Mostrando sus largas clinas
y orgullosa de su laya
una tobianita baya
a esa tropilla, domina;
que además de ser madrina
de los pingos entablaos
lleva también a su lao
una linda potranquita
¡claro!... tobiana y bayita
pues no desmiente el legao.
6
Luciendo como en domingo
o en fiesta tradicional
ya la vi por “El Casal”
en una tarde, a esos pingos.
Ese día había “gringos”
como de ochenta naciones
que al almirarle los dones
al asomar por la loma
en diferentes idiomas
le hacían ponderaciones.
7
Y era una cosa segura
pues al pisar la gramilla
esa tobiana tropilla
parecía una pintura;
hermoseando la llanura
seguían a la madrina
y al ver a esa raza equina
uno a otro se dijeron
que era lo mejor que vieron
en esta tierra argentina.
8
Por eso la he ponderiao
tropilla tobiano negro
y la verdad que me alegro
hacerle este dedicao.
Tal vez, pa’ haberla entablao
prolijamente su dueño
ha puesto tiempo y empeño,
mucha paciencia y trabajo
porque amansar desde abajo
le quita a cualquiera el sueño.
9
Dios quiera que haya pintao
en mi verso a esa tropilla
y al hombre criollo que ensilla
con tanto esmero y cuidao.
No le pondero el chapiao
aunque es de plata y muy fino;
pero como hombre argentino
seguiré diciendo igual:
¡Ques’s orgullo pa’ Vidal
la tropilla de Balbino!
Versos de Víctor Abel Giménez
(Vasco)
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