1
Por qué canto ha de saber,
otros lo han preguntao
y a todos he contestao:
¡cantar pa’ mi es un placer!
De chico quise poder
cantarle al trabajador,
al que se seca el sudor
con el revés de la mano
al chacarero baquiano
tirando una melga flor.
2
Yo le canto al
boyero
que echa la
caballada
aunque sea fuerte la helada
o sople fiero el
pampero;
al que trabaja
‘e tambero
que se levanta
cantando;
o al que pasa
chiflando
en busca de la
matera;
al que echa las
lecheras
y al que anda rastriyando.
3
Al que vive en
la ciudá;
al estudiante,
al dotor,
porque alivia el
dolor
de toda la
humanidá;
al que nos
brinda amistá
sin andarla
calculando;
también al que
está sembrando
pa’ la grandeza
‘el país ;
al que va a
juntar maíz
y al que se encuentra emparvando
4
Por ellos canto,
aparcero,
porque soy
agradecido
al suelo en que
he nacido
y a nuestro
sentir campero.
Al paisano
tropiyero,
al que tiende un
alambrao,
al que monta un
reservao,
demostrando gran
valor;
al maestro, al
payador,
al que tiempla
un encordao.
5
Así seguiré
cantando
recorriendo los
caminos
defendiendo lo
argentino
pero sin ir
provocando.
Tal vez me estén
esperando
debajo un sauce
yorón,
en rueda de
algún fogón
en alguna
jineteada,
donde esté la
paisanada
honrando la
tradición.
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