1
Le asiguro
Don Mansiya,
salvando
algunas distancias,
capás que
yego a la estancia
mañana, con
mi tropiya;
mi
propuesta es muy senciya
ya lo hemos
aclarao, Don,
alviertale
a su patrón
de movida y
de soslayo
que yo soy
pión de a cabayo,
de a pie…
siempre fui chambón.
2
Usté bien
sabe Mansiya
que yo
siempre he reseriao
y algunos
pingo’he domao
como estos
de mi tropiya.
En el campo
“Las Variyas”
fui
mensual, dispués puestero,
¡lo pasaba
compañero
sobre’l
lomo de los fletes!
en el corral
o en los bretes
trabajando
días enteros.
3
Pa’ las
yerras ¡ni que hablar!
había miles
de terneros
y junto a
otros aparceros
siempre me
tocó enlazar;
en los
tiempos de apartar
a rebenque
y a pichico
áhi no
había nada chico,
tenía que
andar bien montao,
tratando ‘e
salir parao
si el pingo
se iba de hocico.
4
Lo que no
aprendí: a puntiar
ni a
manejar una horquiya,
y le
arisquié a las variya
en los
tiempos de esquilar;
chapetón
pa’ deschalar
fui dende
muy chiquilín,
cuando el
maíz cuarentín
se sembraba
en tuitos lao,
¡yo l’hice
la cruz, cuñao
a ese tan
fiero trajín!
5
Por tal
causa no les fayo,
no trabajo
más de a pie;
mi vida
terminaré
arriba de
los cabayos.
Mansiya,
¡iré como un rayo!
de mañana
muy temprano,
ya tengo
ensiyao un ruano,
tomo dos u
tres amargo’,
unas pocas
pilchas cargo
¡y hasta la
güelta, paisano!
Versos de Ángel
Feliciano Mele
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