Tengo una
yunta ‘e cachorros
como no hay
dos de lindaza;
(disculpen
si me bandeo
un poquito en la alabanza!).
Diez años
en flor la niña
morena y
fresca la cara,
manojo‘e
nervios el cuerpo
cimbreante
como tacuara,
y con el
alma limpita
como riacho
de cascada!
Doce meses
el cachorro
retobaditos
en grasa;
pecho’e
torito; expresión
picarona y
vivaracha,
y ojos
retintos que brillan
como dos
gotas de agua!
Un año
justo el machito
y diez la
gurisa guapa!
¡Dos
ilusiones que avivan
el
rescoldo’e mi esperanza!
Dos retoños
que se enriedan
a mi
corteza de tala!
¡Cómo se
aventa el cansancio
y el
malhumor, en la nada,
cuando de
regreso al nido
los
pichones me acorralan!
La “moza”
me sale al paso
mimosa al
cuello me salta
y me da un
besito suave:
¡mesmo que
el roce de un ala!
El
cachorrito gateando,
hasta mis
piernas se arrastra,
y me
anuncia su presencia
tironeando
mis bombachas!
La escena
me deja un ñudo
de emoción
en la garganta!
Y es
entonces cuando pido
al Señor
como una gracia:
¡salú para
mis cachorros;
trabajo
para mis ansias;
y un nidito
con tibiezas
de cariño y
de esperanza!!
(Ca.
1940)
Versos de Domingo
F. Arietti
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