Que misterioso poder
o sugestión primorosa
ofrecés como una rosa
o un adorable querer;
tenés llanto de mujer,
risa ‘e gurí juguetón;
pues cuando vibra tu son
con vida de primavera
llegás milonga campera
derechito al corazón.
Como al pantano, el hornero
siempre propicia te ven,
pues pa’ tuito venís bien
como caballo nochero;
cantás al gaucho matrero,
a las güestes patrioteras
y las costumbres camperas
en vos se hallan reflejadas,
y suplantás en payada
a la cifra montonera.
Si un paisano enamorao
va a cantar a una ventana
en serenata galana
el dulce te ha transformao;
se hace tu son delicao
como el alma de las chinas,
con tus notas cristalinas
el criollo más rudo afloja;
sos beso de boca roja
en vigüelas argentinas.
Vos sos brisa campechana
silbando en la paja brava,
suerte y revés de la taba,
carreta, rancho, picana;
la melodía pampiana
con sabor a tradición
que arrugás el corazón
al gaucho joven o viejo;
y sos patrona ¡canejo!
alrededor de un fogón.
(1955)
Versos de Roberto Coppari
No hay comentarios:
Publicar un comentario