En un tiempo los patrones
eran de lay pa’ mandar,
y se vían trabajar
misturaos entre los piones.
Eran hombres baquianones
pa’ lo que se les pusiera,
igual sabían de mancera
que de tientos ramaliaos,
de ‘ingerir’ lazos cortaos
que de pialar puerta ajuera!
Sabía el patrón lidiar
con cualesquier herramienta,
como l’echaba una cuenta
y era capaz de alambrar.
El sabía hacer parar
de la cola al más enclenque,
atar un potro al palenque,
hacer novillo al ternero
y mordaza pa’l mañero
con la manija ‘el rebenque.
Nada pa' él fue distante,
y si un río desbordaba
a nado se lo bandiaba
con tropilla por delante.
Tenía pingos de aguante,
era resuelto y campero,
y cuando ya pendenciero
el sueño lo atropellaba,
al raso desensillaba
durmiendo sobre su apero.
Aura son más delicaos;
andan en auto en la estancia,
o rumbean pa’ la Francia
con dineros heredaos.
Y cuando disparramos
los bienes de alguna herencia,
quedan sin plata, ni cencia
pa’ podérsela ganar,
ricién saben relinchar
por volver a la querencia.
Versos de Charrúa
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